MURCIA. Todo vuelve, desde la música hasta la moda, y Murcia no es la excepción. A pesar del inminente auge de las nuevas tecnologías y tendencias populares, el amor por lo retro no hace más que sumar adeptos. Y si hay algo que permite reavivar esa pasión por lo vintage, son esos particulares comercios dedicadas a la compra y venta de productos icónicos del siglo XX. Locales que esgrimen la nostalgia y la iconicidad como valor añadido, y que atraen a sus estanterías incluso a las generaciones más jóvenes, que han crecido como nativos digitales y no han experimentado de primera mano la época dorada de la mayoría de estos productos.
Una de estas tiendas es LocoLoco Vintage Shop. Ubicada a espaldas de la Universidad de La Merced, busca acercar a los estudiantes del campus una pequeña porción del pasado aunque, como nos explica Pablo García, "tenemos todo tipo de clientes". Pablo es segunda generación, y se encarga del negocio junto a su padre. Lo iniciaron hace tres años, al fijarse que era una corriente muy popular en mercados extranjeros, en países como Alemania, Italia o Francia. "Era algo que se llevaba, vimos que en Murcia no había muchos establecimientos de este tipo y dijimos, ¿por qué no intentarlo?... (Los estudiantes) no son el único público al que nos dirigimos, pero son el tipo de clientes al que apuntamos", afirma.
Con un estilo alternativo y desenfadado, el local cuenta con todo tipo de vestimentas y accesorios aunque, dada la influencia de la música en su estética, también disponen de CD's y vinilos para los amantes del formato clásico. Suelen ser uno de los productos preferidos por los coleccionistas, un perfil importante para este tipo de tiendas, pero en el caso de LocoLoco, lo habitual es que el cliente llegue con intención de registrar de arriba a abajo el local dispuesto a encontrar algo especial. Mucha de esta mercancía es exportada, pues “traen mucha ropa de EEUU y de países como Inglaterra. Compramos producto español y también traemos de fuera”, Pablo comenta que cuentan con clientes fijos, pero que "cada día llegan clientes que nos visitan por primera vez".
Atribuye el creciente interés por lo vintage a varios motivos. Por un lado, la mala situación económica general, que lleva a muchos a buscar unos precios más asequibles. Por otro lado, la concienciación en favor del planeta, luchando así contra la contaminante "fast fashion". Pero además, destaca la relación actual entre música y moda, que ha realzado este tipo de estéticas. Y no únicamente en lo visual. A pesar de vivir en una era de plataformas como Youtube o Spotify, para Pablo el resurgimiento de formatos como el vinilo se debe a la búsqueda de algo más que sólo escuchar música. "El tocadiscos no es sólo darle al play, es una experiencia. Limpiar el vinilo, cuidarlo, tener tu colección, enseñarlo... es más material".
En otra parte de la ciudad, en el barrio de Santa María de Gracia, se encuentra Tienda Murcia Vintage. En pocos días, la comercio de Antonio Teófilo Martínez cumplirá doce años. Tras pasar por varios oficios, optó por comenzar su propio negocio de algo que realmente le gustaba cuando "no había nada de eso en Murcia". Cree que este retorno al pasado "es un fenómeno digno de análisis sociológico" y que puede deberse a lo prolíficas que fueron las décadas de los 60, 70 y 80 en términos culturales y tecnológicos. A ello se le suma la posibilidad de que uno pueda adquirir un producto "único y exclusivo" bien conservado que no puede conseguirse en ningún otro lugar.
En su caso, estima que entre el 70 y el 75% de sus ventas corresponden a clientes habituales. Más allá del cliente casual, distingue diferentes perfiles de compradores, como el coleccionista, el caprichoso o el buscador de gangas. A pesar de ser un público variado, Antonio señala que el vinilo, el cuál "ha revivido", junto a los libros, son los productos más populares del establecimiento. Y si bien sacar adelante un negocio de este tipo no es tarea sencilla, pues "ahora hay menos que hace diez años, y algunas muy icónicas han cerrado", una vez se muestra verdadera vocación y pasión, es posible triunfar en este mundo retro.
"Es un mercado en auge y también necesario... Ahora la gente busca calidez y personalidad con piezas vintage". Así lo explican Riccardo Pagliara y Elvira Ruiz, gerentes de El Mercado De Lo Usado y Strada147 en la Avenida de Alicante. Comenzaron en 2014 con el objetivo de promover el darle una segunda vida a las cosas y evitar caer en un consumo excesivo. Un pensamiento que comparten sus clientes, habiendo alguno que "nos acompañan desde que abrimos. Clientes que se han convertido en amigos". Dentro de estos clientes, también distinguen perfiles muy particulares: interioristas y diseñadores en búsqueda de piezas concretas, compradores casuales via internet, y los ya destacados coleccionistas de todo tipo; de monedas, postales, vinilos, coches antiguos... Estos últimos, apunta, son "una parte importatísima" del negocio.
Otra de las razones fundamentales por las que consideran que lo vintage ha vuelto a ser popular es porque en estas épocas los diseñadores llevaron a cabo un trabajo "internacional" con el que "rompieron moldes y crearon piezas maravillosamente atemporales que pueden encajar en cualquier espacio". Consideran que en España tenemos "una industria maravillosa" en la que vuelven a ponerse en valor elementos como las piezas de manises o la cerámica de Triana. Con "cada vez más interioristas y diseñadores interesados que apuestan por este tipo de piezas" y clientes que llegan en busca de algo que "de calidad y personaldiad a sus casas", Riccardo y Elvira sostienen que los enamorados del vintage en Murcia "estamos viviendo un buen momento".