Foto: URBAMUSA.MURCIA (EFE). Con las obras del plan de movilidad de Murcia ya ejecutadas, el reto ahora es establecer un sistema de transporte público de calidad que incentive a los ciudadanos a dejar aparcado el coche particular a la hora de llegar al centro de la ciudad. Para ello, el autobús jugará un papel fundamental, pues el Ayuntamiento quiere aumentar las líneas en un 50%, con el objetivo de alcanzar las 70, con una flota de más de 150 vehículos frente a los 117 actuales, todos ellos eléctricos.
Ese nuevo modelo saldrá a licitación por un precio de 330 millones de euros para un periodo de 10 años, el triple de la inversión actual, ha anunciado este jueves el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz. Cabe resaltar que el objetivo es que este servicio esté contratado antes de final de año.
El nuevo pliego de contratación, cuya redacción se está ultimando con un servicio de asistencia técnica, según el edil, contemplará unas 40 modificaciones con respecto al modelo de transporte público que se había elaborado en la pasada legislatura con el objetivo de hacer de éste una auténtica alternativa real y atractiva que desplace el uso del vehículo particular.
Así, el nuevo modelo de transporte dará cobertura al 98 por ciento del territorio del municipio y al 93,6 por ciento de su población, ya que se contempla aumentar los servicios hasta zonas, como urbanizaciones, hasta ahora no conectadas; modificar recorridos internos en los campus universitarios, u ofrecer servicios de transporte a demanda, entre otras mejoras.
El objetivo, ha señalado Muñoz, es que cada día más de 120.000 personas se desplacen entre las pedanías y el casco urbano en trayectos con un tiempo medio de media hora para llegar a cualquier punto del municipio.
Especial impulso se le va a dar a la actual línea 26, que conecta la plaza Circular con el hospital Virgen de la Arrixaca y el campus de Ciencias de la Salud de la Universidad de Murcia, en El Palmar, a donde se desplazan a diario unas 35.000 personas.
Para ese recorrido, el objetivo es lanzar la línea T1 del “tranvibús”, el autobús de tránsito rápido con el que se espera conectar el área sanitaria con el barrio del Carmen en solo 18 minutos.
En la línea 26 ya han estado circulando en pruebas, y lo continúan haciendo, nuevos autobuses eléctricos con el objetivo de medir las prestaciones de ese servicio, con el que se esperan reducir las emisiones contaminantes equivalentes a la circulación de 1.555 vehículos.
La Concejalía quiere tener ya proyectada esa línea de “tranvibús” antes incluso de la licitación del nuevo modelo de transporte, que entre sus novedades incluirá también la tarifa unitaria para todos los servicios, de manera que los usuarios de las pedanías soporten el mismo coste que los que se desplazan por el casco urbano, y para todos los sistemas (autobús, tranvibús y tranvía).
Actualmente se está trabajando en determinar cuál será el coste de esa tarifa, si bien Muñoz ha recordado que los usuarios del bono de transporte ya pagan una tarifa muy reducida, de 0,28 euros por viaje, que está bonificada con el objetivo de estimular este tipo de desplazamientos.
De hecho, desde las pasadas navidades, cuando se ofreció transporte gratuito durante las dos semanas de las fiestas, el uso del transporte público ha experimentado hasta la actualidad un crecimiento sostenido del 27 por ciento de usuarios, lo que para Muñoz demuestra que, cuando se ofrecen “alternativas ciertas”, los usuarios dejan de lado el coche particular.
Además, se establecerá un sistema único de funcionamiento a través de una “pasarela tecnológica” que permitirá aunar en una sola aplicación el acceso a todos los medios de transporte público, y también a los aparcamientos.
Este mayor impulso del transporte público, ha apuntado, será uno de los ejes sobre los que se va sustentar las denominadas “zonas de bajas emisiones”, que están obligados a establecer todos los municipios de España de más de 50.000 habitantes.
Muñoz ha subrayado que para impulsar esas zonas, hay numerosas alternativas que contempla la ley, no solo las restricciones de circulación a los vehículos más contaminantes en determinadas áreas, como se ha implantado por ejemplo en Madrid.
Así, ha dicho, el Ayuntamiento ya ha suscrito convenios con las dos universidades públicas regionales (UMU y UPCT) para trabajar esas alternativas, entre ellas las mejoras en el transporte público, pero también calmados de tráfico, como los que ya hay en la zona de San Nicolás, o peatonalización de espacios como es el caso de la avenida Alfonso X.
