Foto: JUANCHI LÓPEZMURCIA. Las infracciones de la nueva vida en pandemia ya tienen cuantificadas sus castigos en la Región de Murcia: desde una multa leve de 100 euros por no usar la mascarilla hasta una sanción muy grave de 600.000 euros por organizar fiestas ilegales con más de cien personas, pasando por penalizaciones de hasta 60.000 euros para aquellos contagiados de coronavirus que rompan su obligación de permanecer en aislamiento.
Así lo ha estipulado el Ejecutivo regional en un régimen sancionador, acordado este jueves por decreto en Consejo de Gobierno, que divide las sanciones en tres categorías en función de la gravedad de la conducta y su exposición al contagio: leves (de 100 a 3.000 euros), graves (de 3.001 a 60.000 euros) y muy graves (de 60.001 a 600.000 euros).
El objetivo es vigilar y atajar los incumplimientos de las medidas de prevención contra la pandemia. Estas faltas serán denunciadas por los cuerpos policiales y los inspectores de la Administración pública. También los médicos pueden alertar de estas infracciones ya que la Atención Primaria se encarga de atender y vigilar a todos los contagios y posibles infectados de la covid-19 en la Región. En cualquier caso, el organismo encargado de sancionar será la Dirección General de Salud Pública.
Una multa leve será no llevar colocada la mascarilla o usarla de manera incorrecta, que acarreará siempre una sanción de 100 euros. También será una infracción leve (de hasta 3.000 euros) el incumplimiento de la cuarentena para personas que no han dado positivo pero que sean catalogadas como posibles contagiados por su contacto con infectados.
Esta categoría también castigará el incumplimiento de información de aforos, distancia social y uso de mascarillas por los locales públicos; así como el incumplimiento de las medidas de higiene y generales implique un riesgo de contagio o afecte a un número inferior a quince personas.
Las faltas graves serán el incumplimiento de las medidas de higiene y/o no respetar los límites de aforo en actividades y locales, ya sean privados o públicos. También se castigarán, con hasta 60.000 euros, la organización de fiestas o de reuniones cuyas aglomeraciones no garanticen las medidas de precaución y el riesgo de contagio oscile entre quince y cien personas. Además, todos los pacientes de covid-19 que se salten el aislamiento domiciliario se exponen a una multa de hasta 60.000 euros.
Por último, en el capítulo de hechos muy graves figurarán las concentraciones ilegales o suspendidas. Todo incumplimiento que ponga en riesgo la salud de más de un centenar de personas se expondrá también a una sanción de entre 60.001 y 600.000 euros.
El objetivo, más que castigar, es concienciar. "No buscamos sancionar, sancionar, sancionar, sino responsabilidad", enfatizó el consejero de Salud, Manuel Villegas. Para la Consejería, la principal preocupación es la gente que no guarda la cuarentena o el aislamiento. Esa es la razón por la que, por ejemplo, el caso importado de un vuelo de Bolivia siga dejando nuevos positivos a diario y no termine de cerrarse el foco. No en vano, este brote acumula ya 67 personas contagiadas.
"El problema", explicó Villegas, "se genera cuando esa persona que tiene que estar en cuarentena no está en su domicilio: se le llama varias veces y, si no está en casa, se pone en conocimiento de la Delegación del Gobierno, que manda a la Policía".
