MURCIA. La banda Morgan llega a Murcia este 10 de febrero dentro de esa gira de salas que emprendieron allá por el mes de noviembre. Una gira que sucede a la que, desde noviembre de 2021, emprendieron por recintos más grandes como auditorios o teatros. Más de un año girando con su último disco, 'The River and the stone'. Y es que Morgan es un grupo de directos. Como buena banda indie, viven al margen de los tiempos muchas veces histéricos de la música. No buscaban este éxito y ahora, simplemente, disfrutan el camino. En medio de esta gira charlamos con Nina De Juan, su solista, sobre como están viviendo este momento del grupo tras cuatro discos de estudio.
¿Cómo está? ¿Qué balance hace tras estos primeros meses de la gira por salas?
Sí, llevamos como un año de gira de teatros y auditorios en noviembre de 2021 y ahora este invierno la gira de salas. Más contentos no podemos estar. Además, el volver a las salas, que desde antes de la pandemia no habíamos tocado (solo lo habíamos hecho en teatros, auditorios y festivales, aclara), es algo que nos encanta porque es un formato que nos gusta mucho.
Por lo que me cuenta, llevan casi dos años de gira con el último disco. ¿Se hace un poco largo por momentos? Es mucho tiempo casi sin parar.
Puede ser, pero la verdad es que vas cambiando el formato, el repertorio… Te vas adaptando a todo y para nosotros es un regalo. Nos sentimos muy afortunados de poder darle a los discos unas vidas tan dignas. Tanto tiempo de gira nos permite pasar por distintos públicos, distintas ciudades. Haría falta mucho más para cansarnos (ríe).
La gira por salas es una tendencia que se observa en mucho artistas y bandas, desde los más mediáticos hasta los grupos más pequeños. ¿Percibe que el directo ha cobrado más importancia?
Para nosotros desde luego sí. El directo es una de las razones por las que hacemos música. Nos gusta mucho hacer música, tocar juntos, viaja, ver como respiran nuestras canciones en distintos sitios… Puede ser perfectamente que muchas bandas y artistas quieran darle esas vidas al disco, que esté vivo en los conciertos, que le pasen cosas a las canciones… No me extrañaría nada que todo el mundo tuviera esas sensaciones tan maravillosas que se tienen al tocar en directo. De todas formas, no soy objetiva porque como digo me gusta mucho tocar en directo. Para mí es algo natural.
Le he leído en alguna entrevista que el hecho de que el último disco se creara en pandemia os permitió tener más tiempo para pensarlo. ¿Esto les ha hecho reflexionar acerca de lo necesario que es tener pausa en esta industria de la música?
Pienso que cada proyecto, cada disco, tiene sus circunstancias en cada momento. Es algo muy personal. Está muy bien hacerlo todo sin parar pero solo si es eso lo que quieres. Porque quieres sacar esas canciones ya, porque no te aguantas tener esos temas en el cajón… Pero también está muy bien tener un tiempo largo para grabar, tocar en casa…No siempre se puede disfrutar de todo el tiempo que quieras para maquetar en el estudio, grabar…Es todo muy personal. Creo que todo es válido. Si sientes que ir deprisa es lo que mejor le va a venir a las canciones y que como proyecto consideras que es lo mejor, está bien. Depende de cada uno. No hay una forma correcta o incorrecta.
¿Qué ha cambiado en usted desde que empezó hasta ahora? No sé si tenía una percepción distinta de la industria de la música, si le ha sorprendido para bien o para mal.
La verdad es que no tenía muchas expectativas. Nosotros éramos simplemente un grupo de amigos que nos juntábamos a tocar. No pensábamos que esto iba a pasar y no teníamos en mente si la industria musical iba a ser de una forma o de otra. Tampoco estamos muy metidos. Tenemos nuestra propia discográfica y vamos un poco por libre.
Lo que ha cambiado en mí es que he vivido muchas cosas. Ahora mismo me siento más llena que cuando empecé. Hemos vivido muchas experiencias muy inesperadas y es algo que te va llenando la mochila de cosas, gente que conoces…En cuanto a filosofía vital, hablo de mí pero creo que también por el resto de la banda, creo que no hemos cambiado mucho. Nuestra prioridad siempre han sido las canciones y la música, y pasárnoslo bien. Que esto sea lo más sostenible y equilibrado posible sin olvidarnos de disfrutar del proceso. Porque, en definitiva, somos una banda de colegas.
¿Su formación es musical o es más autodidacta? ¿Quería dedicarse a la música en cualquier vertiente?
Un poco mezcla. Mis padres son músicos y, tanto mi hermana como yo, siempre tuvimos solfeo y piano como actividad extraescolar. Es verdad que, cuando pude decidir yo, lo dejé porque nunca pensé que me pudiera dedicar a esto. El solfeo no era lo que más me gustaba del mundo. Tocar el piano sí. Es verdad que me gustaba tocar las cosas que se me ocurrían. Un rollo más autodidacta o autohobby o divertimento. No me gustaba la parte más técnica, sino la parte más espiritual de la música.
Han girado hace poco con Fito y los Fitipaldis y colaboró con Quique González en su momento en el tema ‘Charo’. ¿Qué os han aportado?
De todo. Desde lo personal hasta lo musical. Es una experiencia, pero, sobre todo, me encantó ver como ellos se dedican a la música. Es algo que me abrió los ojos, me dio más perspectiva. Como ellos desarrollan el oficio y sienten la música, la importancia que le dan, los equipos que llevan…Es todo un continuo aprender. Ya los admiras de antes pero como que empiezas a admirarlos por la manera en la que ellos viven la música y hacen posible vivir así la música. Se convierten para ti en una especie de faro. Y cada vez que vas a dar un paso piensas: ¿Qué harían ellos? Desde el detalle más grande al más pequeño, aprendes de todo.
¿Os han dado alguna idea como banda?
No, para nada. No hemos hablado nunca de nuestro futuro. Es cierto que con Quique hablo mucho y siempre le ha gustado mi manera de componer, pero eso de decirnos ‘en los conciertos podéis hacer esto o lo otro’, no. Nada de eso.
Tardaron cuatro años en sacar el primer disco 'North'. ¿Cómo recuerda ese viaje?
Fue bastante ir fluyendo. Nos tiramos como tres años en el local porque era lo que quedábamos a hacer. Teníamos ganas de vestir las canciones, las ideas que iban saliendo y sin mucha más pretensión. Luego de repente das un concierto en el bar del pueblo, donde hemos ido a ver conciertos toda la vida y vienen a verte tus amigos y familia…Como nos ha pasado a todos. Entonces, juntamos una serie de canciones que las teníamos terminadas y nos gustaban y nos pusimos a grabarlas, a ver que tal quedaban en el estudio. Así poco a poco íbamos grabando. Nos tomamos el proceso con calma porque no pensábamos que nos fuera a pasar todo lo que nos ha pasado.
La forma que tienen de trabajar ahora muchas discográficas con los artistas es sacar canciones cada poco tiempo, algo que a algunos artistas les genera cierta ansiedad porque la gente siempre quiere más y las canciones tienen un punto efímero. ¿Esto les afecta de alguna forma?
No, la verdad que no. Nuestro primer disco tiene 13 temas. No nos dejamos ninguno en el cajón. De las primeras personas que empezaron a escucharnos ya sabían lo que íbamos a hacer. Nuestro formato es más clásico. Somos muy de disco. Porque hemos escuchado muchos discos. Si a lo mejor hubiéramos crecido escuchando singles, pues estaríamos sacando singles. Cada uno es fruto de las cosas que ha vivido. Ningún camino es mejor que otro. Nosotros queremos hacer un viaje con los discos, que tengan una coherencia…Son maneras distintas de verlo. Creo que tampoco hay que fijarse mucho en lo que hace el otro. Si hay gente que saca sencillos todos los meses y la canción es más efímera…Pues bueno, no pasa nada. Si tu público consume la música así, está bien. Eso no tiene que afectarte a ti. Lo importante es que cada uno haga lo que crea que tiene que hacer. Hay que ser fiel a eso que sientes.
La música ha tenido que ir haciéndose amiga de las redes sociales. ¿Cómo llevan esta faceta de su vida profesional?
Hacemos lo que podemos (ríe). Teniendo en cuenta que ninguno de nosotros somos tampoco muy dados a ser muy activos, creo que hemos logrado un cierto equilibrio. Las usamos para informar de lo que estamos haciendo, pero sin que invada nuestra vida personal. No puedes darle la espalda. Si llegas a un equilibrio con lo que te rodea no tiene por qué estar mal.
Hay muchas bandas que terminan por separar sus caminos pasado un tiempo. ¿Ha tenido alguna vez la tentación de ir por libre?
Al contrario. Yo disfruto mucho tocar en una banda. Es que somos un grupo. Para mí no tendría sentido. No sé qué pasará en el futuro. No me cierro a nada, pero no me veo sola. Ni me lo he planteado. Nosotros a la hora de tomar decisiones es muy democrático, muy horizontal… Se escucha a todos. No me planteo ir por libre ahora mismo. No lo veo muy probable.
