SAN MIGUEL. Más de 300 personas se han concentrado esta mañana frente a la subdelegación del gobierno de Alicante para exigir la retirada del proyecto de la macroplanta solar proyectada en 200 hectáreas de suelo agrícola de San Miguel de Salinas. El objetivo de esta instalación es abaratar el coste del agua desalada tras la ampliación de la desalinizadora de Torrevieja, cuyo contrato de ejecución está paralizado por un recurso de Acciona.
Cuatro autobuses han salido esta mañana a primera hora desde San Miguel de Salinas hasta la subdelegación del Gobierno para mostrar su rechazo con este proyecto. La flota de autobuses, organizada por el propio Ayuntamiento de San Miguel de Salinas. Los vecinos han señalado que la instalación de esta macroplanta solar acabaría con 10.000 árboles que suponen el sustento de cientos de familias que viven de la agricultura en el municipio, principalmente cítricos. También se verían afectadas numerosas viviendas, que serían expropiadas.
Hasta ahora la única solución que les han propuesto es respetar las viviendas pero a costa de ampliar la superficie afectada, ya que para compensar el terreno que ocupan estas casas habría que ampliar la cantidad de suelo agrícola a expropiar. Se trata, en su mayoría, de pequeñas explotaciones agrícolas, sin grandes fincas, por lo que no sería, a juicio de los vecinos, una solución viable al traer más problemas que beneficios.
Los vecinos aseguran que llegarán "a Europa, se hace falta", tal y como ha señalado el alcalde, Juan de dios Fresneda, y el portavoz de la Asociación de Vecinos San Miguel Arcángel de San Miguel de Salinas, Manuel Gómez. De esta forma, exigen a Acuamed que rectifique, y piden al gobierno que se estudien otras ubicaciones en caso de seguir adelante con el proyecto.