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la artista asturiana actúa en la yesería de murcia este viernes 5 de mayo

Marisa Valle Roso: "Cuando haces música no puedes pensar en cuanta gente te va a escuchar"

5/05/2023 - 

MURCIA. En un mundo cada vez más globalizado, Marisa Valle Roso reivindica el arte popular, el folclore, la música que nace de la historia de las gentes. Formada en la tonada asturiana, género en el que empezó a dar sus primeros pasos en la música, ha ido evolucionado mientras iba conociendo otros mundos musicales que desembocan en su último trabajo 'Lo fugaz'.

Empiezas cantando a los 12 años tonadas asturianas. ¿Qué te atraía de este género a una edad tan temprana?

Empecé arrastrada por mi hermano. Mi padre participaba en concurso de era campeón de Asturias de escanciadores de sidra, concursos que siempre van unidos a la música tradicional. Mi hermano Fernando volvía cantando esas canciones populares. Cantaba e iba a clases de guitarra, pero la tonada no me llamaba la atención. Le acompañé al que fue nuestro maestro, Alfredo Canga, en la cochera de su casa nos enseñaba lo que sabía, aunque no fuera maestro de música como tal. La primera vez que fui me dijo que tenía una voz muy guapa y que me iba a dar unas canciones a ver que tal. Como era muy tímida, le dije que sí. Así empecé. Me fue gustando conforme fui aprendiendo y conociendo. No fue que me llamara la atención de primeras.

¿Qué es una tonada asturiana?

Es nuestro canto, como puede ser el cante jondo. Estuve en el Festival de La Unión y tenemos muchas cosas en común aunque no lo parezca. Es un canto tradicional que canta a nuestra historia, a la minería, a la vida de entonces. Tiene unos giros específicos, se puede cantar a capella o acompañado de una gaita…Es una de nuestras formas de expresarnos, nuestras y de nuestros antepasados. Podría decirse que es como nuestro cante jondo.

Has ido evolucionando musicalmente. ¿Tú exploración a otros géneros viene de forma natural o al conocer a alguien algo te hace ‘click’ artísticamente?

Me viene de forma natural por circunstancias. Las primeras cosas que me hicieron click musicalmente fue un disco de tonada asturiana de un cantante llamado Orestes Menéndez, que interpretaba las tonadas de una forma distinta, cantaba también folclore de otras zonas de la península. De escucharle a él, quise saber más del folclore. Así me fue pasando siempre. Descubrí la discografía de Violeta Parra y toda su historia, y me puse a investigar. Por ahí empecé a hacer versiones de Violeta, de Chavela Vargas…Después al conocer a Víctor Manuel, que me invitaba a cantar con él descubrí la canción de autor, a probar cantar otro tipo de canciones. Al final fue todo de forma natural. La vida te pone en distintos lugares de los que aprendes.


¿Desde dónde compones mejor, desde la felicidad o la tristeza?

Ante las adversidades, como esta es una profesión difícil, te encuentras a veces con momentos peores, ahí hay mucha inspiración. El tanto querer seguir haciendo música, te hace crear más. También componer desde la felicidad es bonito, desde ahí surgen buenas canciones. Quieres que el que lo está escuchando perciba ese sentimiento. Porque escribir desde la tristeza o la nostalgia genera canciones así. La música está para desahogarte, pero también para disfrutar. Está bien componer desde ambos lados.

En una industria tan acelerada, con tantas formas de escuchar música, ¿Cómo encajas un proyecto tan minimalista?

Al no hacer algo mainstream, es mucho más difícil. Ahí está también lo bonito y la variedad. El poder ofrecer algo diferente y tan particular, tan propio, como puede ser mi caso. No puedes pensar cuando haces música a cuanta gente le vas a gustar o te va a escuchar. Tienes que hacer la música que más te gusta y más disfruta uno.

¿Percibes cierto regreso a las raíces, de las distintas regiones, pese a ser un mundo cada vez más globalizado y conectado?

Sí, tal cual. Vivimos en un mundo cada vez más alejado de la raíz, por las redes sociales. Como que vivimos en un lugar distinto y perdemos toda la esencia de la cercanía, de hablar con los abuelos, de saber de donde venimos. Ahora, hay mucha gente haciendo música relacionada con eso…También puede ser algo como una moda, o que toda esa desconexión que tenemos nos haga querer reconectar de alguna manera. Me parece maravilloso este fenómeno de ahora. Hay que tener muy presente de donde venimos. Yo he partido de ahí, voy digamos al revés. Nací del folclore, solo cantaba eso, y a partir de ahí fui descubriendo otros mundos.

Estás preparando nuevos temas. ¿Vamos a ver una nueva evolución?

Me va a pasar como en mi último disco. Aún no estoy metida al 100% en la grabación. Creo que me va a pasar como en ‘Lo fugaz’. El disco será lo que me pida el cuerpo en cada momento. Mi música evoluciona igual que evoluciono yo. Las canciones reflejan el momento en el que las escribo. Musicalmente me voy a dejar llevar también.

¿Cuánto te ha costado vivir de tu música en un proyecto tan personal?

Son muchos años de un trabajo constante. No doy grandes pasos, pero voy dando pasitos, poco a poco haciendo cosas. Ahí estoy. Conseguir vivir de esto y no tirar la toalla. Es difícil pero tan gratificante que sacas fuerzas de donde sea.

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