CARTAGENA. Este sábado, vecinos y asociaciones, tanto sociales como empresariales, de La Manga y Cabo de Palos estarán recogiendo basura en el entorno de la caleta del Estacio, en una prueba más de la implicación social de los vecinos con su entorno. Tras conseguir una concienciación global en recuperar el Mar Menor, algo que transciende el entorno de la laguna salada, vecinos y asociaciones ambientales como ANSE buscan recuperar más partes del entorno natural de La Manga como es la caleta del Estacio. "La primera limpieza de la caleta es de 2009, desde entonces llevamos 15 años limpiando", asegura Paulino Regadera, presidente de los vecinos de La Manga Norte. "Todo el entorno de Puerto Mayor se quedó estancado, con un proyecto que no terminó de salir adelante y todo eso deterioró la zona", apunta Regadera.
En este sentido, los vecinos de La Manga Norte piden que se acelere el proceso de desmantelamiento de lo que hubiera sido Puerto Mayor. "Si algo pedimos a las administraciones es que se aligere el proceso para que quede restaurada la caleta", señala Regadera.
Estas iniciativas se encuadran dentro de otros proyectos como es RESALAR, que busca compatibilizar una actividad económica tradicional, como es la producción de sal artesanal, con la regeneración y conservación de la biodiversidad del entorno del Mar Menor. En concreto, el proyecto 'Resalar' tiene el objetivo de regenerar espacios del litoral del Mar Menor y su biodiversidad, fortalecer su resiliencia frente al cambio climático y mejorar los servicios ecosistémicos que provee.
Y es que revivir las Salinas de Marchamalo es uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años en la Región a nivel medioambiental. La concienciación social que ha impregnado a la Región para recuperar el Mar Menor ha arrastrado de alguna forma a otros proyectos que estaban menos en el imaginario colectivo. Entre ellos se encuentra recuperar las salinas de Marchamalo y su actividad salinera. La primera fase se ha completado a falta de algunos detalles y desde ANSE, la asociación que lidera el proyecto, espera que puedan abrirse al público la próxima primavera. "Estamos ultimando algunas cosas, quedan algunas, pero ya se ve el cambio. Esperamos que se pueda inaugurar en primavera para que esté abierto en Semana Santa", afirma Pedro García, director de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE).
Una vez finalizada esta primera fase con la rehabilitación de los edificios auxiliares (salinas viejas), la reparación del canal de alimentación y la construcción de cuatro pequeñas charcas, pretenden continuar con el proceso de recuperación de las salinas. "El proyecto está previsto que termine en 2025. En la segunda fase se espera acometer el dragado del resto de charcas salineras y continuar con la optimización del proceso de sal, además de seguir con otras actividades complementarias como el engorde de ostras, que ya están produciendo en las Salinas de San Pedro", añade García. Son los primeros pasos para recuperar esta industria tradicional y sostenible del Mar Menor, y un humedal de gran importancia para las aves acuáticas.