CARTAGENA. La concejalía de Litoral tiene presupuestado en cerca de 40.000 euros el coste de las obras para sustituir la barandilla que domina el mirador del Galúa, inaugurado en 2019 pero que casi desde un par de semanas después demostró que los materiales elegidos no eran los más adecuados. El sol, la salinidad, el viento, la lluvia han hecho el resto, hasta convertir este lugar que ofrece unas vistas espectaculares del mediterráneo en un espacio casi apocalíptico. El óxido ha inundado todo el balcón y la desidia ha desanimado a todo aquel que se ha acercado hasta allí para contemplar la costa.
No han sido pocas las veces que vecinos, visitantes, turistas, políticos, etc..., han denunciado el deplorable estado de este lugar, que, recordemos costó cerca de 750.000 euros y que fue cofinanciado por los Fondos FEDER (80%) y la Comunidad Autónoma (20%). Por su parte, el Ayuntamiento de Cartagena colaboró tanto con la cesión de los espacios como con la supervisión técnica del proyecto y de la ejecución de la obra.
El pasado jueves, Juan José López Escolar, concejal de MC Cartagena llevaba otra vez más una pregunta al Pleno municipal interesándose por si el Ayuntamiento había tomado alguna decisión para arreglar este desaguisado. "¿Qué adelantos ha hecho el Gobierno local en la reparación de la barandilla del mirador del Galúa?", una interrogante nada nueva porque todos casi desde el día siguiente a su inauguración reclaman una respuesta.
Gonzalo López Pretel, edil de Litoral del Ayuntamiento de Cartagena explicaba que el material elegido o el grosor no ha aguantado la cercanía al mar. Por ello, han llevado a cabo un estudio técnico y han presupuestado 40.000 euros para la sustitución por madera del hierro de las barandillas. Pretenden que sea la Dirección general de Litoral la que asuma como desperfectos de la obra, "no como mantenimiento que le correspondería al ayuntamiento, sino como un desperfecto de la obra cuando nos la entregaron".
La actuación propuesta a finales de 2019 fue la creación de un espacio distribuido en nuevos miradores e itinerarios peatonales junto al mar, un graderío con bancos de madera y escaleras de piedra natural, nuevo mobiliario urbano para crear zonas de sombra, la mejora de los accesos a los miradores y a la playa para personas con movilidad reducida, la creación de 400 metros cuadrados de vegetación, la renovación de la iluminación de la zona con 43 puntos LED y la renovación de la red de agua potable y una red de riego para la nueva vegetación.
