última reunión del año

Los propósitos del PP para 2022 (o sea, 2023): la mayoría absoluta y recuperar Murcia, Lorca y Molina

Foto: PP

27/12/2021 - 

MURCIA. El PP tiene muy claros sus objetivos para el próximo año 2022. Tan claros los tiene que, en puridad, son propósitos con la mente puesta en 2023, la cita marcada en rojo por las elecciones autonómicas y municipales. La meta, por tanto, no es otra que conseguir la mayoría absoluta en la Comunidad Autónoma y recuperar las Alcaldías perdidas, algunas tan importantes como Murcia, Lorca y Molina de Segura, en manos hoy de alcaldes socialistas (aliados en coalición con Ciudadanos en el caso de la capital del Segura y la Ciudad del Sol).

Esa es la principal conclusión de la última reunión del año de la Junta Directiva y del Comité Ejecutivo, cuya cita se celebró este lunes en el cuartel general de los populares, González Adalid. "Tenemos un proyecto ilusionante y podemos lograr un éxito electoral muy importante", remarcó el secretario general, José Miguel Luengo.

El PP gobierna la Región de Murcia desde 1995. Y desde 2015 lo hace en minoría: primero fue en solitario, con los apoyos puntuales de Ciudadanos en la Asamblea Regional; y desde 2019 gobernó en coalición con la formación naranja hasta marzo de este año, cuando la moción de censura voló por los aires el matrimonio. Aquella maniobra, el hito político más relevante de este año, cambió los planes de López Miras, que formó in extremis una alianza con los ex de Ciudadanos y los ex de Vox. Hoy, paradojas de la vida, goza de una mayoría absoluta de facto que le permite sacar adelante cualquier iniciativa legislativa. 

La ciudad de Murcia era para el PP otro de sus bastiones intocables, inexorable desde 1995 a los vaivenes políticos, hasta que en marzo cayó, pues la misma moción que fracasó en la Asamblea sí salió adelante en el Ayuntamiento capitalino. El PSOE se hizo con el bastón de mando tras 26 años de Alcaldías populares. Ese fue un duro mazazo, dada la relevancia de la capital del Segura por población y peso económico, del que aún no se han recuperado en el PP: "Murcia fue arrebatada para nada", lamentaba Luengo en rueda de prensa.

Lorca y Molina de Segura también son objeto de deseo para los populares. La Ciudad del Sol fue un bastión del PSOE hasta que 2007 se impuso el popular Francisco Jódar. El PP retuvo el Gobierno local hasta 2019, año en el que populares y socialistas empataron con los mismos concejales. Sin embargo, Ciudadanos se decantó por Diego José Mateos y declinó el bastón de mando hacia la bancada del PSOE.

Molina, en cambio, era otra gran ciudad en manos del PP desde 1995 hasta 2016, hasta que en un insólito pleno de investidura para designar al sucesor del entonces alcalde Eduardo Contreras les desalojó del poder. Los socialistas, con Esther Clavero, se impusieron en las urnas en 2019 y hoy gobiernan con el apoyo de Podemos Equo, aunque con otro regidor socialista, Eliseo García. Posiblemente Molina sea la localidad donde más tenga que remar el PP, pues el PSOE le saca cinco concejales (12 frente a 7).

El PP, eso sí, tiene en Cartagena su principal Alcaldía, la misma que perdió en 2015 tras veinte años de mayorías absolutas. En 2019, sin embargo, pese a no ganar las elecciones, selló un gran pacto con socialistas y naranjas para repartirse el bastón de mando durante dos años con el PSOE. El acuerdo ha tenido éxito, para disgusto de los socialistas cartageneros (que expulsaron a todo el grupo municipal), y Arroyo, hoy alcaldesa, y Castejón, ahora vicealcaldesa, presumen de mantener una excelente relación.

En cualquier caso, aunque fije su gran meta en 2023, el PP no tiene decidido aún quiénes serán los cabezas visibles para los principales municipios. El nombre de José Ballesta, el exalcalde derrocado, está en la picota, pero, tal y como ya contaba en una entrevista con Murcia Plaza, Luengo señala que eso es una decisión de Génova (cuya Secretaría General dirige el ciezano Teodoro García Egea). Tampoco se sabe quiénes serán el resto de alcaldables, aunque en el caso de Cartagena todos dan por hecho que repetirá Noelia Arroyo.

La batalla por los municipios se antoja crucial en 2023. El PP ha perdido terreno en los últimos años. Si en 2011 llegó a alcanzar el bastón de mando en 41 de los 45 municipios de la Región, hoy gobierna en 20 Alcaldías frente a las 22 socialistas. En 2019, el PP sólo consiguió seis mayorías absolutas (una de ellas en San Javier, cuyo alcalde es el propio Luengo) frente a las 12 del PSOE.

Reforma de la Ley Electoral: ¿sí o no?

En la mesa del PP no estuvo, o eso aseguran en público, la posibilidad de llevar a la Asamblea una reforma de la Ley Electoral con requisitos como volver a las circunscripciones y elevar del 3% al 5% el umbral de votos mínimos para obtener representación en el Parlamento. Esta intención, de plasmarse, supondría un golpe casi mortal para partidos con menor presencia como Ciudadanos y Podemos y beneficiaría a los mayoritarios, como el propio PP y el PSOE. Pero esa idea fue negada por Luengo, pese a que dos diarios regionales ya han recogido en sus informaciones este propósito (el diario La Verdad lo hizo el domingo; y La Opinión también lo planteó en mayo). "Nosotros no contemplamos esa modificación", dijo el número dos del PP regional. "Tendríamos que analizarla bien", dijo, apostillando: "Este tema no se ha abordado hoy. Ni siquiera en el punto de ruegos y preguntas se ha comentado". Muy diferente piensa la oposición que este domingo clamó en contra de que esta posibilidad sea una realidad.

Balance: la moción lo cambió todo

Sí se habló, en cambio, del balance del año que ya termina: el increíble -por imprevisto, inesperado y sorprendente- 2021. Este año puso en jaque la hegemonía del PP en la Región, que estuvo a punto de ceder su trono más preciado. No lo perdió, primero, por la división interna de Ciudadanos (hasta cuatro diputados desoyeron a su propio partido y se desmarcaron de su propia firma) y, segundo, por las maniobras de transfuguismo del PP, con García Egea a la cabeza. Una palabra -tránsfuga- que no se nombra en el partido, que prefiere hablar de la "chapuza" de PSOE y Cs, que, en opinión de Luengo, ha tenido "efectos adversos para los que la perpetraron, ya que Ciudadanos está en liquidación por cierre y el PSOE ya no cuenta con los dirigentes que tenía". Lo cierto y verdad es que la moción que vino para acabar con el PP... ha acabado haciendo más fuerte a los populares y debilitando a la oposición.

Miras, el candidato

Luengo también sacaba pecho del "liderazgo indudable" de Fernando López Miras. No se habla de ninguna otra alternativa, pese a que existe un rumor -soterrado y entre bambalinas, eso sí- que apunta como futurible rival a la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández (junto con Luengo, es otra de sus seis mayorías absolutas locales). Nada se habla de eso, al menos no en los canales públicos. Miras es la única certeza de aquí al 2023: será el candidato de los populares (para ello ha modificado la limitación de mandatos que le impedía optar a la relección)... salvo que la política regional vuelva a sorprendernos con otro giro del guión.

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