MURCIA. El comienzo del año vuelve a traer consigo el incremento en los concursos de acreedores. Tal y como ya ocurrió en el 2023, los primeros compases de este 2024 han supuesto un incremento significativo en este tipo de procedimientos con un 48% más.
No en vano, las 40 empresas murcianas que se declararon en suspensión de pagos en este periodo superan considerablemente a las 27 que hicieron lo propio en el mismo periodo del año anterior.
El incremento en los concursos viene motivado por la diferencia en febrero, pues en este ejercicio se han contabilizado 23 suspensiones de pagos, más de doble de las 11 que tuvieron lugar en el mismo mes del año anterior. Los sectores más afectados fueron la construcción y el comercio, con 6 empresas cada uno.
Cabe recordar que en febrero de 2023 tuvo lugar la huelga de los letrados que frenó los ritmos de la justicia, de forma que muchos de estos procedimientos tardaron más de lo habitual en tramitarse con el consecuente repunte en marzo y abril cuando se desatascaron los juzgados.
Más allá de los concursos, en los dos primeros meses del año se han producido cuatro planes de reestructuración entre las empresas murcianas, la misma cantidad que en el ejercicio anterior, y otros cinco procedimientos especiales, de los que no hubo ninguno entre enero y febrero del 2023.
Cabe recordar que Dhalland Hybrid España (Dhesa) y Avance y Desarrollo de Obras (Aydo), dos empresas con sede en Murcia, se encuentran entre las más grandes de España por volumen de facturación en haber comenzado el año con la puesta en marcha de un plan de reestructuración.
Por otro lado, la empresa lorquina Hijos de Juan Martínez ha entrado en concurso de acreedores. Esta compañía, que se especializa en el curtido del cuero, lleva manteniendo la actividad desde 1968, aunque esta se detendrá tras completarse este proceso que acabará con su disolución. Al fin y al cabo, pese a los 8 millones de facturación que obtuvo en 2022 sus pérdidas en aquel año fueron de 4,5 millones, y las deudas eran de 8 millones de euros.
También las disoluciones se han visto incrementadas en estos primeros compases del año, pues 211 empresas han echado la persiana entre enero y febrero, un 18,5% más de las 178 que cerraron durante el mismo periodo del 2023. También en este caso la construcción y el comercio son las actividades más afectadas, seguidas de los servicios empresariales.