CARTAGENA. El Ayuntamiento de Cartagena ha promovido la solicitud a la Demarcación de Costas de la autorización para el balizamiento de las zonas de baño en las playas del término municipal durante el periodo 2024-2027. A petición del Área de Gobierno de Presidencia, Urbanismo e Infraestructuras, y el Servicio del Litoral, se ha redactado un documento que busca cumplir con los requisitos técnicos exigidos en el artículo 5 del Real Decreto 79/2019. Este reglamento regula el informe de compatibilidad y establece los criterios para alinear las actuaciones con las estrategias marinas. El documento aportado por el área de Litoral se encuentra en estos momentos en exposición pública
El proyecto abarca un total de 24 playas y calas, distribuidas a lo largo de 9,405 kilómetros de costa. Estas zonas se han agrupado en cuatro sectores para facilitar el análisis y la implementación de las medidas de balizamiento.
El estudio técnico incluye varios análisis esenciales para asegurar la compatibilidad del proyecto con la Estrategia Marino Levantino Balear. Entre estos se destacan: Análisis de Hábitats y Especies; Justificación de la Actuación e impacto en espacios marinos protegidos, donde se analiza el impacto de las actuaciones en los objetivos de conservación de los espacios marinos protegidos y se justifica su compatibilidad con la conservación de estos valores.
El sistema de balizamiento se implementará mediante boyas normalizadas, que delimitarán las zonas de baño con una banda litoral formada por boyas dispuestas en línea paralela a la costa. Estas boyas estarán ubicadas a una distancia de 200 metros desde la línea de bajamar máxima viva equinocial, aunque en algunas playas esta distancia podrá ser menor, según lo especificado en el pliego de prescripciones técnicas.
Las boyas serán esféricas, de polietileno amarillo, con un diámetro de 60 cm y una altura de 110 cm, separadas entre sí por 75 metros. En total, se instalarán 130 boyas a lo largo de las playas y calas del municipio.
En siete playas, se abrirán canales de paso (canales náuticos) destinados a embarcaciones a motor, vela, zonas de patines y áreas de uso exclusivo para la Cruz Roja o Protección Civil. Estos canales tendrán un ancho de 25 metros, que podrá ajustarse según las necesidades específicas de las embarcaciones.
Los canales náuticos se señalizarán con boyas cilíndricas rojas en el lado de babor y boyas bicónicas verdes en el lado de estribor. Las boyas estarán separadas por 25 metros, con una cordada de boyas amarillas-naranjas en los últimos 50 metros para indicar la entrada al canal. En la orilla, se instalarán carteles de “prohibido el baño – canal náutico".
Sector 1: Incluye las playas y calas entre La Manga y Cabo de Palos, como Playa de Calnegre, Playa del Galúa y Playa de Marchamalo. La longitud total de las líneas de balizamiento en este sector es de 4,325 kilómetros, con un total de 66 boyas.
Sector 2: Corresponde a Cala Reona y Cala del Barco, en el Parque Regional Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila. Este sector abarca 220 metros de líneas de balizamiento y 5 boyas.
Sector 3: Comprende la Cala de El Portús, donde se encuentran la Playa del Portús y Playa de la Morena. La longitud total de las líneas de balizamiento es de 435 metros, con 7 boyas.
Sector 4: Cubre las playas en la ensenada de Mazarrón, como La Azohía, La Chapineta, San Ginés e Isla Plana. La longitud total de las líneas de balizamiento en este sector es de 4,510 kilómetros, con un total de 59 boyas.
Las boyas se fondearán con anclas ecológicas o lastres de hormigón armado, dependiendo de las condiciones del terreno. Los lastres de hormigón tendrán un peso mínimo de 125 kg y estarán diseñados para minimizar el impacto ambiental. En áreas específicas, como Cala Reona y Cala del Barco, se utilizarán lastres tipo “Hábitat de Banda Litoral” (HBL) para promover la colonización de flora y fauna marina autóctona.
Las medidas propuestas por el Ayuntamiento de Cartagena buscan garantizar la seguridad de los bañistas, facilitar el acceso ordenado de embarcaciones y proteger los ecosistemas marinos. La documentación técnica sugiere que el balizamiento no tendrá un impacto significativo en las praderas de fanerógamas marinas ni en las especies protegidas, asegurando la compatibilidad del proyecto con los objetivos de conservación marina establecidos por la normativa europea y española.