Más de la mitad de los libros vendidos se han distribuido a través de librerías o cadenas con tiendas físicas
MURCIA. Hay pocos regalos más comunes en Navidad que un libro. Cada año, las editoriales apuntan sus mejores estrenos para estas fechas con el objetivo de lograr meter alguno de sus lanzamientos entre los más vendidos. En ese viaje desde la imprenta hasta el lector, las pequeñas librerías siguen jugando un papel crucial. Según el último informe de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), más de la mitad de los libros vendidos (53%) se ha realizado a través de librerías o cadenas.
Sin embargo, pese a su presencia histórica en el tejido social de cualquier ciudad, el futuro está lleno de dudas para los libreros españoles. Una realidad de la que no se escapan las librerías de la Región. Para casi la mitad de los libreros españoles, el próximo año será malo para el sector. "Somos un sector que tiene que navegar contracorriente. Ahora estamos ultimando los nuevos lanzamientos para la campaña de Navidad. Tenemos la esperanza de que vaya bien", afirma pese a las dificultades Manuel García Elbal, de la Librería Elbal, presidente de la Asociación de Libreros de la Región de Murcia.
Aunque según el último censo, el número de librerías en España se ha reducido ligeramente (un 0,9% de 2016 a 2017, según los últimos datos publicados), Elbal cree que en Murcia esta sangría se ha reducido y mira con esperanza al futuro próximo. "No han cerrado muchas. La entrada del cheque-libro este año para los alumnos de quinto y sexto de primaria ha supuesto un impulso a la pequeña librería. Tengo la sensación de que la sangría se ha cortado. No solo esperamos que no cierren, sino que tenemos la esperanza de poder celebrar nuevas aperturas", añade.
La irrupción de las nuevas plataformas y la inmediatez que proporcionan son uno de los retos a los que se enfrenta el sector del libro, que pese a todo ha sabido capear el temporal y sigue resistiendo pese a que la digitalización de la sociedad les obliga a ir "contracorriente". "Frente a la plataforma online, nosotros ponemos sobre la mesa un trato humano, una fidelidad que la plataforma online no te ofrece. Además, el dinero que ganamos se queda aquí. Pagamos nuestros impuestos y contribuimos a financiar los servicios públicos. Con el dinero que ganan las plataformas online no sucede lo mismo", señala Elbal. Desde CEGAL, ante la competencia de las grandes plataformas de venta online el sector exige la libre competencia, es decir, "trabajar en igualdad de condiciones, lo que significa entre otras cosas igualdad fiscal", señalan.
Una de las ventajas recurrentes del comercio por internet es la inmediatez, algo que desde los libreros dicen haber solucionado. "Si pides un libro en una librería como la mía o la de cualquier otro compañero, prácticamente en 24 o 48 horas está a disposición del cliente. Es algo a lo que nos hemos adaptado", señala el presidente de la Asociación de Libreros de la Región.
Elbal reivindica la librería como parte del barrio. El tipo de establecimientos locales que ayudan a dotar de identidad a una ciudad. "Al acudir a una librería tienes la oportunidad de descubrir otros libros diferentes al que en principio ibas a comprar. Algo que al comprar online es más difícil que te pase", reflexiona. "Nosotros percibimos que cada vez más gente se conciencia de ir al pequeño comercio, de comprar a los empresarios (libreros en este caso) de aquí. Sería muy triste que cualquier pueblo se quedara sin librerías de la tierra".
En un momento en el que la tecnología en ocasiones aísla más que conecta, las librerías reivindican su papel como punto de encuentro de las ciudades entorno a los libros. Pese a la incertidumbre del negocio, miran al futuro con optimismo. "Sería muy triste que cualquier pueblo se quedara sin librerías de la tierra", finaliza la voz de los libreros murcianos.