VALENCIA. El poder de una fotografía no reside solo en aquello que muestra, sino en también en todo lo que la rodea. Sea real o no. Historias imaginadas, contextos soñados, que derivan en ríos de tinta sobre aquello que pudo ser y, quizá, fue. Es archiconocida la imagen que tomó Pedro Almodóvar en la playa de El Golfo, en la isla de Lanzarote, en la que una pareja anónima, que el director no descubrió hasta el revelado, acabaría siendo el germen de la película Los abrazos rotos. Los encuentros casuales, fortuitos, cotidianos, han sido palanca de algunas de las más maravillosas ficciones, imágenes convertidas en un puente entre lo tangible y lo intangible, entre lo que es y lo que puede ser. "Con la fotografía capturamos esos momentos que ya sabes que no se van a volver a repetir. Es maravilloso poder generar una historia a partir de ese momento atrapado en una imagen. A veces una fotografía es tan poderosa que ves claramente que de ahí va a salir algo especial".
Estas palabras las firma la ilustradora valenciana Laura Pérez, que acaba de publicar Tótem (Editorial Astiberri), su nueva novela gráfica, un puzzle en el que conecta las vivencias de diferentes personajes, personas que emprenden cada una un viaje -para algunas de ellas físico; para otras, espiritual- que acaban dando forma a un único relato. El proceso creativo de la novela parte de una fotografía que tomó Pérez mientras estaba de vacaciones en Estados Unidos, un viaje en coche que supuso el inicio inesperado de su nuevo libro. En una de las paradas de la popularmente conocida como Extraterrestrial Highway, en el entorno de la mítica Área 51, la autora tomó una imagen en las que aparecían dos chicas curioseando por la zona, dos personajes que aparentemente no encajaban en el lugar. "Quería saber qué hacían allí esas chicas, en ese sitio tan decadente, ¿hasta qué punto estaban interesadas por el misterio?¿habría arrastrado una a la otra?".
Tras esta imagen surgieron las primeras preguntas y, con ellas, la historia. De esta forma, Tótem toma a esta pareja como punto de partida de una historia que, en realidad, en la suma de muchas voces, voces que se conectan gracias a esas experiencias que se escapan a la razón, por eso aquello de un viaje espiritual, un trayecto en el que lo obvio no tiene cabida. “La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia”. Esa frase del astrónomo Carl Sagan sirve para enmarcar lo que más adelante irá relatando el libro, que en cierta medida sigue la línea marcada por su anterior trabajo, Ocultos, que le valió el premio El Ojo Crítico de Cómic 2020 o el premio a mejor álbum nacional 2019 en Splash! Sagunt. La obra sigue explorando esos mundos misteriosos, aunque siempre desde una visión terrenal, desde la que no caben los fuegos artificiales sino los gestos. Quizá por eso a Pérez le cuesta encajar el libro en un género. Y no hace falta.
"Me gusta despegar de lo cotidiano hacia lo más espiritual. Pero todo parte de aquí, de tu cotidianidad, del costumbrismo, a la que luego se suman estos otros ingredientes. Me gusta mucho esa combinación, por eso creo que no me muevo muy bien en el plano de la ciencia ficción o la fantasía, sino que trato de plantear las dudas de los personajes”, relata en conversación con Culturplaza. Ciertamente Laura Pérez se mueve como pez en el agua en ese baile entre lo real y lo ficticio, a través de una serie de ilustraciones que dibujan un mundo en el que todo es posible y, al mismo tiempo, es probable. Quizá porque huye de lo espectacular, llevando su mundo mágico a un terreno mucho más íntimo, en el que los silencios juegan un papel vital. "Va de lo pequeño a lo grande”, resume Pérez.
"Me gusta captar esos momentos efímeros, esos gestos nerviosos de las manos […] Hay muchas cosas que no se dicen. Jugamos con esa manera de contar sin contar, pero no es del todo consciente. Es mi manera de narrar, a veces me sorprende a mi misma. Es cierto que trabajar esos silencios me resulta muy interesante”. De esta forma la ilustradora trata de explicar lo inexplicable saltando con maestría de una historia a otra, unos viajes individuales dentro de un viaje mayor que ayuda a delimitar su trabajo con el color, que acaba siendo clave para marcar los distintos caminos que dibuja Tótem. "Nosotros estamos aquí y un día estaremos en otro lugar. Pero hay mucho más: diferentes realidades que en ocasiones pueden conectar unas con otras", reza el libro.
Con Tótem Laura Pérez se afianza como una de las voces clave del panorama nacional y, además, cierra un año en el que la mirada internacional se ha puesto en su trabajo gracias a su trabajo para la serie Solo asesinatos en el edificio, que en España emite la plataforma Disney +, serie para la que ha realizado tantos la secuencia de los títulos de crédito como los distintos dibujos que se usan durante el transcurso de la ficción, en la que la actriz Selena Gómez interpreta a una ilustradora.
Las primas Tamaki han publicado su tercera novela gráfica. El relato de un viaje entre amigas. Una historia sencilla, pero que está cargada de tal cantidad de mensajes sutiles y gestos simbólicos o elocuentes que es complicado que no cause un impacto profundo. Es algo que ya ocurrió en sus obras anteriores, marcadas por la búsqueda de la identidad de adolescentes que se niegan a someterse a la Ley del más popular