MURCIA (EFE). La Cátedra Unesco de patrimonio arquitectónico, urbano y paisajístico ha premiado un proyecto del arquitecto murciano y profesor de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Alicante (UA) Javier Sánchez Merina por reformar una barraca en ruina en la huerta de Murcia.
Esta propuesta que ha merecido el reconocimiento del jurado propone un conjunto de reglas para aprovechar los malos detalles constructivos, transformándolos en oportunidades, además de incorporar en la nueva vivienda la noción de ruina como parte de su historia y un modelo sobre cómo trabajar con el pasado, según han informado este lunes fuentes de la UA.
Inicialmente, el encargo consistía en diseñar una casa moderna para sustituir la barraca en ruina. Sin embargo, puesto que ésta guardaba una fuerte relación con la huerta y otros valores que van más allá de su materialidad, finalmente la familia del inmueble optó por una intervención en la que la ruina fuera preservada.
El principal objetivo de este galardón -denominado 'HERSUS Prize on Modern Heritage'- es contribuir a una mayor visibilidad y sensibilización en relación con el patrimonio contemporáneo.
Galardonado en 2019 en la categoría de accesibilidad de los Premios de Arquitectura de la Región de Murcia y uno de los artífices en España del concepto de arquitectura terapéutica, Sánchez Merina es el arquitecto de la primera casa del mundo diseñada para ayudar a la inserción de un niño autista y construida en plena huerta murciana, en la pedanía de Cabezo de Torres.
Además es el autor de una investigación sobre Arquitectura Terapéutica contra el Alzheimer, trabajo que aportó la UA al proyecto, denominado "La inclusión social y el bienestar a través de las Artes y las Prácticas Interdisciplinares" (SWAIP) e incluido en el Programa Erasmus +.
El esfuerzo del Área de Proyectos Arquitectónicos de la UA es no limitar la arquitectura solo a su papel de diseñar y construir viviendas, sino trabajar en beneficio de personas con Alzheimer, Síndrome de Down y autismo, tras "haber aprendido de sus necesidades, sin compadecerse de ellas, y tratando de comprender que hay otras realidades, las suyas", ha revelado Sánchez Merina.
Ese planteamiento se materializó en su día en un convenio entre la UA y la Asociación TEA Astrade (Asociación para la Atención de Personas con Autismo y otros Trastornos Generalizados del Desarrollo) de la Región de Murcia, que dio como resultado la elaboración de un manual de la vivienda del niño autista o casa pictograma (dibujo plano de la realidad).