MADRID. Con la vista puesta ya en las vacaciones de Semana Santa, echamos un vistazo a la cotización de uno de los valores más representativos del sector del turismo en España como es Meliá Hotels. La previsión de la Alianza de Cadenas Hoteleras es la de cerrar el mes de marzo con un nivel de ocupación del 72%, frente al 53% que registraban en 2019, año previo a la pandemia. Junto a ello, esperan una temporada de Semana Santa con una media de ocupación del 80% y un verano por encima del 90%. Si bien Melia no forma parte de esta organización, si nos sirve de referencia para ver cómo puede evolucionar el negocio en el corto plazo.
Las acciones de Meliá mantienen en el largo plazo una estructura bajista, la cual se originaba tras alcanzar el precio los máximos en 2017 y se intensificaba, lógicamente, tras la aparición de la pandemia. Fue a partir de los mínimos de marzo de 2020 cuando el precio de la acción comenzó a recuperar posiciones, de manera gradual, en línea con una recuperación económica global.
La mejora experimentada por el precio durante 2020 y 2021 se vio lastrada en 2022, debido principalmente al incremento de la incertidumbre geopolítica tras el estallido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia; además de verse afectada por el continuado incremento de los costes financieros debido las políticas monetarias restrictivas que ponían en marcha los bancos centrales.
Con todo ello, el proceso de recuperación desde sus niveles mínimos nos deja la cotización de la acción enmarcada en un amplio canal alcista (marcado en verde), que se origina desde los mínimos comentados. Este canal permite al valor comenzar a desarrollar una sucesión de máximos y mínimos relativos crecientes, llegando incluso a testar a mediados de 2022 la directriz bajita de largo plazo (marcada en rojo). En este proceso de recuperación, el valor llegaba a recuperar a mediados de 2022 hasta el 50% de toda la caída que sufrió entre 2017 y 2020.
Desde mediados de 2021 podemos localizar una zona de control, comprendida entre los 5,40 y los 5,50 euros. El precio, en la actualidad, esta testando estos niveles. La zona se ve reforzada como soporte principal de corto plazo por el hecho de que la directriz alcista (marcada en azul), que resulta de unir lo mínimos relativos que nos deja Meliá desde el pasado mes de octubre, pasa por la zona de los 5,40 euros.
El deterioro superior al 15%, que sufre el valor desde los máximos alcanzados a inicios del presente mes de marzo, invita a pensar que las caídas están próximas a frenarse. Y más viendo como el precio ha alcanzado ya la zona de control comentada. Además, esta corrección ha permitido la relajación de indicadores como el MACD, que habían llegado a entrar en zona de sobrecompra, y que ahora quedan en perfectas condiciones para apoyar lo que podría ser una vuelta desde los niveles próximos a la cotización actual.
A la espera de observar una formación de vuelta, la confirmación de la mejora vendría con la superación, a precios de cierre, del nivel de los 5,60 euros, lo que supondría la ruptura al alza de la directriz bajista (marcada en rojo) que acota este último tramo a la baja. Por encima, y ya, como nivel de resistencia más relevante a alcanzar, encontramos la zona de los 6,61 euros.
Dicho precio se trata del máximo alcanzado durante el mes de marzo y el nivel se encontraría muy próximo a su directriz bajista principal de largo plazo, debido al tiempo que podría consumir en alcanzar este nivel. La superación de esta resistencia mayor anularía la tendencia bajista de largo plazo, mejorando significativamente el aspecto técnico del valor.
Por abajo, un probable fallo en la zona de soporte comentada -entre los 5,40 y los 5,50 euros- podría provocar que el precio fuese a buscar la parte baja de su canal alcista de medio plazo, que pasa ahora por los 4,45 euros. Si bien el aspecto técnico de Meliá no variaría en el medio plazo, la pérdida de los 5,40 euros motivaría una pérdida de momento de mercado, que invitaría a adoptar una posición más neutral.
Ignacio Zarza es analista de Auriga Global Investors