MURCIA (EFE). Las praderas de ova (la fanerógama marina ‘Cymodocea nodosa’) y oreja de liebre (la macroalga ‘Caulerpa prolifera’), especies dominantes en la laguna costera del Mar Menor, son capaces de eliminar grandes cantidades de nitrógeno inorgánico actuando como biofiltros naturales.
Así se recoge en un estudio publicado en la revista Diversity desarrollado por un equipo científico del grupo de ecología de angiospermas marinas del Instituto Español de Oceanografía-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que detalla que acumulan el nitrógeno inorgánico en sus tejidos e inhabilitan temporalmente su uso or algas oportunistas relacionadas con los procesos de eutrofización.
El investigador del instituto en San Pedro del Pinatar y autor del trabajo, Jaime Bernardeau, ha explicado que “cuando se producen fuertes aportes de nutrientes, estas praderas pueden funcionar como biofiltros naturales y evitar efectos adversos en el ecosistema”.
El estudio pone de manifiesto “el importante papel que tenían en el Mar Menor antes de su desaparición en 2016”, lo que ocasionó que el ecosistema perdiera “uno de los principales mecanismos que garantizaban su resiliencia”.
Los científicos diseñaron un experimento para estudiar cómo ambas especies son capaces de absorber e incorporar a sus tejidos el nitrógeno inorgánico, para lo que recogieron ejemplares en varias zonas del Mar Menor y los replantaron en el laboratorio simulando las condiciones naturales.
Se cultivaron sometidas a diferentes concentraciones de nitrato y amonio para luego realizar un análisis isotópico de los tejidos y calcular la cantidad absorbida de cada nutriente.
Para la puesta a punto de estas técnicas se contó con la colaboración de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California (México).