MURCIA. Bastante se ha criticado al Real Murcia por la forma en que celebró su victoria en el campo del Lorca Deportiva, un apurado 1-2 en el primer duelo de rivalidad regional de la temporada en Segunda División B y que llegó en un partido en el que por juego y ocasiones los granas estuvieron a merced de su rival, aunque acabaran ganando.
La plantilla dirigida por Adrián Hernández festejó su triunfo sobre el terreno de juego del estadio Francisco Artés Carrasco, posando para fotos que de modo habitual se hacen en el vestuario, pero que esta vez fueron mucho más visibles.
¿Un gesto de arrogancia o de naturalidad? Para unos es arrogante y para otros natural, pero lo cierto es que esas imágenes nada más acabar el partido, que han sido difundidas por parte del club a través de sus redes sociales, no han sentado del todo bien especialmente en la Ciudad del Sol.
¡Ni que hubieran ganado la Liga de Campeones!, habrá quien diga. ¡Es una celebración propia después del esfuerzo realizado!, se escuchará como réplica.
Sin ánimo de polemizar, la controversia está servida y es otra de las consecuencias que deja esta pandemia que aconseja a no utilizar los vestuarios, que es donde normalmente se toman esas instantáneas después de los partidos.
