CARTAGENA. Que la pandemia ha sido el gran hecho histórico de los últimos 80 años, desde la Segunda Guerra Mundial, no es algo novedoso. Una frase que desde hace un año y medio inunda los medios de comunicación. Sin embargo, con lo que parecen los últimos coletazos de la covid-19, toda vez que la vacunación va cumpliendo etapas, si es novedosa la implantación del teletrabajo entre las empresas de la Región. Una modalidad que, antes del coronavirus, muy pocas frecuentaban. "La pandemia ha acelerado mucho la implantación del teletrabajo. No todas han podido implantarlo, pero las que han podido lo han hecho", señala José Carlos García, coordinador de proyectos del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (CEEIC). La obligación de reducir el contacto social al máximo ha obligado a las empresas a probar un cambio en el modelo de trabajo que costaba implantar en España, y mucho más en la Región de Murcia. Además de una mayor flexibilidad, las empresas han encontrado una veta a explotar con la deslocalización del trabajo: la posibilidad de fichar al talento que vive fuera de la Región.
"Hay un problema de recursos humanos en algunos sectores que el teletrabajo ha empezado a solucionar. Determinados perfiles, como los especializados en Inteligencia Artificial, desarrolladores web… Muchos de estos profesionales son difíciles de encontrar en la Región. Actualmente, el teletrabajo genera la posibilidad de captar a ese perfil aunque viva fuera de las fronteras de la Región", afirma José Carlos. "En este escenario, la captación del talento es más sencilla. Ya no obligas a tener que vivir en un determinado sitio. No es solo un beneficio para el trabajador, sino que la empresa es capaz de atraer a talentos que, por origen de procedencia, no se habían planteado trabajar para una empresa de Cartagena", comenta Esther Corbalán, jefa de Recursos Humanos de la compañía Saes, dedicada a la acústica y electrónica submarina. "Al final es un win-win para trabajador y empresario. El empleado se evita el coste del desplazamiento y la empresa, en casos como el de Biwenger, evitas el coste de pagar una oficina", afirma Javier Marín, fundador de la app de fútbol fantasy, que desde la pandemia implantó el teletrabajo al 100% y van a seguir así cuando el coronavirus sea cosa del pasado. "Éramos seis personas y ahora somos 10. De las últimas incorporaciones, hay alguno que no vive en la Región", completa Marín.
Entre los beneficios que enumeran los empresarios sobre esta nueva forma de trabajar, el primero que destacan es la conciliación. "La pandemia ha evidenciado que los abuelos no podían quedarse ya con los nietos. La flexibilidad creo que ha redundado en una mayor confianza de la empresa hacia el empresario. No es necesario que vayas a la oficina para que te vean trabajar. Confían en ti y tienen la seguridad de que alcanzarás el objetivo que se te ha marcado. El teletrabajo creo que ha supuesto también una forma de motivar al trabajador", subraya Esther Corbalán. "Además, supone un ahorro de tiempo. Porque ya no es que el empleado ahora pueda trabajar desde Barcelona. Los que antes acudían siempre a la oficina y vivían en Lorca, ganan en calidad de vida al poder trabajar desde su casa", añade. "Tus planes de vida, con esta opción de trabajo, no tienen que cambiar en función de la localización de la compañía que te emplea", completa Marín, fundador de Biwenger.
Pese a los beneficios que presenta el teletrabajo, muchas empresas van regresando al trabajo presencial. El final de la pandemia dilucidará cual es el verdadero alcance del teletrabajo. "En mi opinión, lo que quedará será un modelo mixto. Habrá más flexibilidad para atender a los casos puntuales y se dará facilidades para que, cuando lo necesite, el trabajador pueda trabajar desde casa si lo desea", afirma José Carlos, del CEEIC. "Creo que el contacto físico volverá porque al final viene bien ver las caras de tus compañeros", añade. “Será mitad y mitad, pero creo que el teletrabajo ha venido para quedarse", reflexiona Marín.
El final de la pandemia también debería traer una nueva regulación en materia de teletrabajo, algo que en España se sigue echando en falta. "En según que empresas puede ser controvertido. Necesita una regulación y que todos sepan hasta donde se puede llegar porque, si no es así, puede generar un problema”, afirma José Carlos. “La regulación va más lenta, pero llegará", señala Marín. La flexibilidad, y el teletrabajo, llegan al mercado laboral para quedarse.