MURCIA. Javier Hernández Espinosa (Águilas, 1991) está a veces bajo el mar, buceando, 'empapándose' de belleza y encontrándose con animales que le sirven de inspiración; y otras, se le puede encontrar en la superficie, en su terraza-taller de Águilas, pintando, "con mis plantas, mis flores, mis colores, con mi castillico y mi pueblo de fondo, con la buena gente de la que me rodeo y que es maravillosa". Es entonces cuando este pintor anfibio crea sus hermosas criaturas imposibles, en las que corales y plantas acuáticas de mil colores forman sus cuerpos o son el resultado de la fusión de los dos mundos en los que habita Espinosa. Estas criaturas que conforman un mundo propio, Espinosaland, protagonizan la exposición Invisibles, que hasta el próximo 20 de agosto se puede contemplar en la Casa de la Cultura 'Francisco Rabal' de Águilas, la ciudad a la que este artista siempre vuelve.

La edil de Cultura, Maido Simó, encargada de inaugurar la muestra, destacó que "su energía, vitalidad e ingenio, unidos al talento en el uso del color, hacen que Javier, mitad humano mitad anfibio, sea una encarnación del poema de Benedetti en defensa de la alegría". Anunció, asimismi, que la exposición Invisibles se completará el próximo jueves con la ponencia que el propio artista ofrecerá dentro del Ciclo de Conferencias 'Mirando al Mar'.

La muestra, que refleja el profundo amor de Hernández Espinosa por la belleza de los fondos marinos aguileños -invisibles para la mayoría-, puede ser visitada de 18 a 21 horas en la sala de exposiciones Manuel Coronado de la Casa de la Cultura.

Entre dos mundos

El creador aguileño tiene el privilegio de pertenecer a los dos mundos, ya que compagina su trabajo como monitor de buceo -su familia siempre ha tenido una escuela de buceo en la localidad y él aprendió a nadar antes que a andar-con su faceta artística, que le ha llevado a plasmar su universo onírico y lleno de colorido en diferentes espacios públicos, así como en exposiciones.  Ya desde pequeño, todo lo que veía bajo el agua lo dibujaba, confeccionando incluso mapas de las rutas de inmersión que realizaban (ya de adulto es autor de una guía de los fondos submarinos de Águilas). 

Tan ligadas estaban estas dos pasiones que no quiso renunciar a ninguna de ellas. Decidió estudiar Bellas Artes en Granada, donde el pintor Manuel Coronado le animó a seguir desarrollando su personalidad artística tras conocer su trabajo; también quiso viaja por el mundo para explorar nuevos mares, llegando a vivir en Grecia y Filipinas.

Entre sus obras, se encuentra el conjunto mural Mirando al Mar (2015) en el puerto pesquero de Águilas, de más de 250 metros cuadrados; Macondo (2017), un homenaje a García Márquez dentro de la exposición colectiva de pintura mural que se realizó por el 25 aniversario de Casa de América, en Madrid; la transformación de todo el exterior del Centro de Interpretación del Mar de Águilas (2018); o su participación en la primera edición de Keyhole Artfair en Murcia. En Filipinas, donde vivió dos años, hasta junio de 2020, llevó a cabo el proyecto Filitipi, que consistió en la intervención del interior de diez tiendas glampings dintintas y una pared externa del resort Glamping Alona. 

En octubre de 2020 realizó una exposición individual en la Galería Leúcade de Murcia, donde estuvo creando las obras expuestas en la sala durante cinco días seguidos, llegado a estar casi 28 horas seguidas pintando parando solo para comer. En enero de 2021 fue el encargado de pintar toda la grada del CPI Urci, en Águilas. En febrero ha actuado y colaborado en el videoclip del single Enero del grupo Tu Otra Bonita junto con Miguel Campello, producido por Warner Music Spain. En él realiza una pintura mural que es grabada en su proceso, obra que luego ha sido utilizada para la portada del single. También ha realizado obra en vivo en el festival Warm Up, entre otras muchas actividades.