MURCIA. El Teatro Circo Murcia une danza y pintura con la exposición El cuerpo a escena (dance, petite dance), una selección de acuarelas de Araceli Reverte que se podrá ver en el vestíbulo del teatro hasta el próximo 29 de abril, Día Internacional de la Danza. Un total de 16 obras, la mayoría de ellas acuarelas, muestran al visitante la verdad escondida de todo proceso creativo en movimiento, a través de los momentos captados por la pintora de modelos dedicadas a la escena.
La mirada sensible de Araceli Reverte sobre el movimiento de los cuerpos lleva a la danza como el lugar donde uno se reconoce poseído por y de sí mismo, como el estado-lugar donde el cuerpo puede verse por dentro, pero también por fuera, y todo ello a la vez. El dibujo de la figura humana ha sido una constante en la trayectoria de esta artista. Sus pinturas de desnudos femeninos denotan un conocimiento anatómico que se ve velado por luces y sombras de personajes que se presentan difuminados, resultando altamente expresivos y llenos de incognitas.
"La realización de exposiciones en el Teatro Circo Murcia es una de las nuevas actividades enmarcadas en el proyecto Experimenta Escénica cuyo objetivo de ir más allá de la exhibición de espectáculos, consolidando los teatros y auditorios municipales como espacios abiertos a la ciudadanía que acojan también acciones de reflexión, investigación y difusión que permitan la creación de redes", ha señalado el concejal de Cultura, Diego Avilés.
Araceli Reverte (Lima, Perú, 1964) es hija de padres españoles y con raíces murcianas que regresaron a España, a Madrid, siendo ella aún una niña. Estimulada desde muy joven por el dibujo y la pintura, se licenció primero en Ciencias Biológicas, aunque pronto decidió reorientar su carrera hacia las artes plásticas cursando estudios en la academia Artaquio de Madrid y la Escuela Massana de Barcelona. Allí trabajó el dibujo de figura humana, centrándose en la búsqueda de la luz y el movimiento.
A principios de los años noventa, la creadora se mudó a Praga, donde continuó estudiando la figura humana con conocidos profesores, primero en la Escuela de Artes y Oficios y más tarde en la Universidad de Bellas Artes. En 1996, se trasladó a Bratislava (Eslovaquia), donde dio sus primeros pasos de forma independiente en la pintura, y tras doce años viviendo y pintando en Centroeuropa, en 2002 se trasladó a Murcia. El cambio de escenario, la luz y los nuevos paisajes (tanto naturales como urbanos) llevaron entonces a Reverte a explorar nuevos temas y formas.