MADRID (EFE/Lucía Ruiz). Tras la caída de todas las restricciones sanitarias, los bares y restaurantes de España van avanzando hacia la normalidad también en sus ventas en este 2022, cuyo primer trimestre ha coincidido con vaivenes como las últimas oleadas de la pandemia o la incertidumbre por la histórica subida de precios.
Los datos oficiales a los que remite la patronal Hostelería de España se quedan en febrero, cuando la cifra de negocios de la restauración subió un 86,3 % respecto al año anterior y se situaba aún un 15,6 % por debajo de la de 2019, el último ejercicio previo a la irrupción de la covid-19.
Sin embargo, los datos de las diferentes consultoras apuntan a una buena evolución en el mes de marzo, con matices por subsectores, que han dejado el cierre del trimestre cerca de los niveles prepandémicos.
Por ejemplo, los datos de la consultora Kantar Worldpanel avalan la evolución positiva de la alimentación fuera del hogar en las doce primeras semanas del año.
Según sus estudios, el gasto en comer y beber fuera de casa ha crecido un 40 % con respecto a 2020, cuando aún había bastantes restricciones en los locales de ocio para evitar contagios de covid-19.
Así lo explica a Efe el experto en retail en Kantar Worldpanel, Bernardo Rodilla, que indica que contrasta con la caída de demanda de alimentación en el hogar un 4,1 % en este mismo periodo.
Los españoles "echaban tanto de menos la restauración que, a pesar de la situación de incertidumbre y de los precios no han dejado de consumir fuera del hogar, aunque para ello hayan hecho ajustes", subraya a Efe la directora de Foodservice de la consultora NPD en España, Edurne Uranga.
Sus análisis confirman que, si bien en el cómputo del primer trimestre la facturación de todo el consumo fuera del hogar aún es un 8 % inferior a la prepandemia, las ventas de marzo, que ascienden a 2.756 millones, "rozan la normalidad" y suponen ya un 98,3 % en comparación a ese mes del 2019.
En cuanto a la evolución de los precios, si al inicio del año se percibía un incremento del tique pagado por el consumidor en momentos de consumo concretos como el desayuno, al finalizar el primer trimestre se percibe un incremento del 5 % en el caso de las comidas y del 8,5 % en el de las cenas, según sus datos, en el caso de la restauración independiente.
En la restauración organizada este tique se mantiene estable, si bien se observa trasvase de clientes a cadenas con precios más bajos.
Desde Marcas de Restauración, la Asociación que aglutina a 45 grupos de restauración y 15 marcas, confirman que el primer trimestre del año ha estado "plagado de obstáculos" para afianzar la tendencia de recuperación de finales de 2021.
Sin embargo, la restauración de marca "ha seguido creciendo y está muy cerca de los datos prepandemia", explica a Efe su secretaria general, Paula Nevado.
"El progresivo levantamiento de las restricciones ha sido clave para amortiguar el impacto de la sexta ola hasta bien entrado febrero; aún tienen que regresar muchos consumidores a la hostelería, pero un tique medio alto y la amplia oferta de modelos y el mix de canales han favorecido las cifras de ventas", resume.
En cualquier caso, advierte, la restauración sigue viviendo una época de "gran tensión" en su operativa y acusando "pérdidas de competitividad" a causa del escenario inflacionista que afecta también a la demanda.
Los datos del portal de reservas on line de The Fork confirman un crecimiento por encima de los datos prepandemia.
En concreto, en el primer trimestre del año se han anotado un 25 % más de reservas que en el mismo periodo de 2019 a través de esta plataforma; al comparar las cifras con el año pasado, cuando las medidas sanitarias impactaban en bares y restaurantes, el incremento asciende al 66 %. El tique medio, sin embargo, se ha mantenido en torno a los 25 euros por comensal.
Poco a poco y superando todas las dificultades, los bares y restaurantes siguen reencontrándose con unos clientes quizá con menos dinero en el bolsillo, pero con ganas de salir tras más de dos años de pandemia y restricciones.