MURCIA. A muchos que se asoman a la periferia les sorprende el nivel de creatividad que se puede encontrar en una Región como la de Murcia. Recientemente El País desentrañaba las claves de lo que venía a llamar 'el milagro creativo murciano' y aseguraba que "más allá del chiste, de la política y de los tópicos, esta ciudad se está convirtiendo en un motor cultural en España". No hay nada de sobrenatural, y sí mucho talento, detrás de la escena creativa que bulle por estos lares. De todo esto se habla en Una huerta para ilustrarla, una serie documental dirigida por Teresa Camino y Alba Molina cuyo teaser se ha presentado recientemente. En ella, a través de conversaciones amenas y distendidas en enclaves muy característicos de Murcia, diferentes creativos de la Región conversan sobre su trabajo, sobre cómo se vive el diseño desde los márgenes (zonas límites y lugares extremos), cómo se lleva la vida de autónomo y otras cuestiones que forman parte de su día a día.
Laura Árbol, Ladies Murcia, Fellas, Buas, Casa Chiribiri y Víctor Clemente son los protagonistas de este capítulo donde conviven presente y futuro de un gremio que presenta luces pero también sombras. Natalia Mirapeix, directora creativa, ilustradora, profesora y activista, es la forastera invitada de este capítulo y quien guía las conversaciones con el resto de participantes "como quien ha nacido para ello".
"Estábamos mirando hacia el lado contrario, porque el talento estaba aquí en Murcia", comentan en este adelanto de la serie, en la que se reflexiona sobre si es posible desarrollar una carrera creativa en y desde los márgenes, si es necesario mudarse a Madrid o Barcelona para labrarse una trayectoria en el mundo del diseño o la ilustración o si hay hay suficientes referentes femeninos en la creación regional, entre otras cuestiones.
Los participantes reivindican, precisamente, lo que aporta trabajar desde esos márgenes ("las grandes ciudades no está hechas para las personas") y apuestan por que el diseño tenga una repercusión en la sociedad, pero a nivel más cercano. Asimismo, apuntan que "las grandes marcas buscan underground" y que "nada va a ser mejor que lo que ocurra en la periferia".
Los escenario donde han sido rodadas estas charlas van desde El Malecón a la huerta murciana pasando por algunos locales del centro de Murcia. En ellos comparten reflexiones e inquietudes los protagonistas de esta temporada, cuyo objetivo es mostrar el talento murciano al resto de España con las características propias de cada uno de ellos. Así, se dan a conocer ilustradores, diseñadores y espacios para creativos, que conviven en una ciudad donde parece estar claro que el diseño murciano se ha hecho un hueco importante en España, ayudando a contrarrestar el dominio de las capitales como Madrid y Barcelona.
Una huerta para ilustrarla es la primera temporada de Una huerta para que vio la luz en 2020 con el capítulo piloto Una huerta para escucharla, donde los protagonistas se preguntaban si existía realmente un sonido murciano y una verdadera escena emergente.
La idea original de esta temporada es de Teresa Camino. Detrás de la cámara ha estado Fabio Martín, la dirección de arte ha corrido a cargo de Paula Navarro y la edición de Daniel Sáez.
David Chase ha concedido una entrevista de dos horas y media para explicar cómo concebió y desarrolló Los Soprano. Sorprendentemente, mucho fue fruto de la casualidad y de ir adaptando la idea original, un productor de televisión tiene problemas con su madre autoritaria, al gusto de los inversores. Posiblemente, su paso por Doctor en Alaska como productor ejecutivo y guionista sirvió para que aprendiera la idea de reflexionar filosóficamente sobre la vida en televisión, solo que en Los Soprano lo hizo sin optimismo
