MURCIA. "El futuro precisa de una nueva arquitectura y esta solo puede ser respetuosa con la naturaleza y honesta con las futuras generaciones", sostiene la arquitecta mazarronera Pepa Díaz. Un buen ejemplo de ello es su proyeto Casa Pastrana I, una vivienda mediterránea ubicada en un paisaje de campos arados y piedras en Mazarrón que, alejada de todo artificio, lleva la honestidad y la esencia del lugar por bandera.
Se trata de una casa rehabilitada y ampliada que pretende no perder la conexión con sus orígenes y que le ha valido a la arquitecta no solo una nominación a los prestigiosos premios internacionales ArchDaily, sino también el haber sido incluida entre las 50 mejores casas del mundo de 2021 por la revista Plataforma Arquitectura, que la seleccionó entre 1.300 proyectos.
El reto al que se enfrentó Pepa Díaz con esta rehabilitación y ampliación fue "recuperar la esencia de la casa mediterránea del Levante, geometrizar sus orígenes sin distorsionar en la lejanía el paisaje donde se ubica", explica la arquitecta. Para ello, se utilizó la piedra del propio terreno para reconstruir la parte rehabilitada; y barro, también de la zona, para los acabados de la parte ampliada. De tal forma, que las dos piezas quedan completamente diferenciadas, a la vez que encajan perfectamente como parte de un todo.
El pavimento de barro cocido sin tratamiento y el resto de materiales secundarios, como la madera, contribuyeron a crear "un hábitat lo más 'ecológico' posible, que permite la desconexión de la vida industrial de su habitante". Algo a lo que también contribuye una piscina que se integra en el paisaje, a los pies de una montaña.
Otra de las características de la Casa Pastrana I es que "se presenta hermética desde su interior", de tal forma que en verano no requiere de climatización y en invierno sólo precisa de una estufa de leña para los días en los que las temperaturas puedan ser más duras.
El resultado es una vivienda que ha prescindido de ornamentos y decoraciones para buscar la esencia del lugar donde se ubica y devolver a sus orígenes a quien la habite.
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