MURCIA. Paredes descarnadas, muros agrietados, ventanas sin cristales, puertas tabicadas, una naturaleza que ocupa lo que antaño fue del hombre, ruinas de un esplendor pasado, desolación... pero también nostalgia y romanticismo es lo que evocan las fotografías que Damián Lajara expone hasta el 11 de noviembre en la galería Léucade de Murcia, bajo el título La evolución arquitectónica de los espacios. En ella, el artista muestra las cicatrices que el paso del tiempo y la orfandad han dejado en palacetes modernistas, casas torre y antaño viviendas de recreo llenas de vida.
La muestra está compuesta por un total de 18 imágenes realizadas con la técnica del caffenol, que consiste en el uso de ácidos fenólicos orgánicos como el café para el revelado, según explica Lajara, quien añade que, de esta forma, "se obtienen fotografías que difieren de las convencionales por la ausencia de un proceso químico posterior al de la captura, lo que es más ecológico, dando lugar a unas fotografías con una impronta particular, poco contrastadas y con una textura única".
El proyecto La evolución arquitectónica de los espacios -comisariado por Olga C. Rodríguez Pomares, profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, y Sofía Martínez, directora de la Galería Léucade- se completa con la proyección de un vídeo, donde los arquitectos Vicente Martínez Gadea y Manuel Clavel Rojo, y el sociólogo Alejandro Toledo Montoro, hablan de arquitectura. La exposición va acompañada, además, de un texto de Juan García Sandoval, crítico de arte y director del Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam).
Dice García Sandoval que "un eco lejano resuena, cuando miras y observas las arquitecturas que nos presenta Damián Lajara, construcciones pensadas para perdurar en el tiempo", aunque "lo que en un momento fue nuevo y lleno de vida, ahora es viejo y cautivo del olvido". Son, añade, "vestigios que ejercen una enigmática fascinación sobre los secretos que esconden entre sus muros", resultando "difícil apartase de lo sublime de la ruina y de la latencia que producen; cuando te adentras en las instantáneas sientes que corres un velo, te golpea y, por otro lado, es mitigado por la poética de las imágenes".
Además, estas fotografías, como señala el director del Mubam, "nos adentran en la nostalgia de tiempos perdidos, como antaño Fuseli o Piranesi, con sus ruinas romanas", al tiempo que son "reflejos de una sociedad cambiante, huellas de un pasado cercano que trae recordatorios de una realidad, un aviso del colapso de nuestra civilización, a modo de espejo simbólico de nuestra cultura". Están en estas imágenes, apunta, "la poética del paso del tiempo y la veneración de la ruina, la estética de la grieta y de la herida, que nos produce un cierto sentido de pérdida, de vacío, de ausencia", si bien también "nos invita a imaginar nuevos futuros".
"Lajara genera un mapa de espacios y de grietas, una geografía emocional donde el imperio del polvo y de lo bello, domina, al mismo tiempo, con la idea y el concepto de cambiar la mirada, poniendo en valor su historia, reviviéndola con sus fotografías, mirando más allá del deterioro, de las estructuras dañadas", añade Juan García Sandoval, quien explica que la ausencia de cartelas o títulos en las imágenes se debe a que se quieren evitar más destrozos o actos vandálicos en estos lugares de los que ya han sido cometidos.
Damián Lajara es fotógrafo y realizador. Sus primeros trabajos fotográficos fueron en Barcelona, como retratista, pasando a trabajar para la Agencia de modelos New Top y diferentes publicaciones. Ha editado su propia revista de fotografía especializada en moda, Bigudí, realizando reportajes a artistas como: Alaska, Bertín Osborne, Isabel Pantoja, Placido Domingo, Mili Valilli, Josep Carreras, entre otros, teniendo como colaboradores a estilistas como Llongueras. Presidente de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Sabadell y Comarca durante casi una década, se instaló en Murcia en 2005, donde ha mostrado su trabajo en las principales salas de exposiciones de la Región.