La última travesía del barco fenicio 'Mazarrón II': este viernes comienza su extracción del agua en 20 partes

MURCIA (EFE). El barco de época fenicia que desde hace unos 2.600 años yace en el fondo del mar en la costa de Mazarrón será extraído del agua a partir de este viernes a través de una compleja intervención técnica que se prolongará durante unos dos meses y en la que van a participar una quincena de especialistas en arqueología subacuática.

Durante el verano, la Consejería de Cultura y equipo técnico encargado del proyecto han llevado a cabo los trabajos preparatorios para esta operación, un hito en la arqueología subacuática a nivel nacional e internacional puesto que el barco es de los pocos de época fenicia que se conservan completos.

Así, en los últimos días se ha instalado una plataforma flotante en el entorno del yacimiento, en la playa de La Isla de la localidad costera, desde la que se llevarán a cabo los trabajos de manipulación de las piezas conforme se vayan retirando del fondo marino.

También se han realizado ya las primeras inmersiones para llevar a cabo labores de acondicionamiento de la zona, retirada de arenas del fondo marino y la apertura progresiva de la caja metálica que actualmente cubre los restos arqueológicos del barco para su protección.

Si las condiciones climáticas lo permiten, este viernes está prevista la extracción de la primera de las veinte porciones en las que se ha seccionado el barco aprovechando las fisuras, grietas y separaciones que presentaba la embarcación, de madera de higuera y de pino, y que ha perdido casi por completo su estructura.

Este pecio, denominado 'Mazarrón II', fue descubierto en 1994, a escasos dos metros de profundidad y a unos 50 metros de distancia de la playa de la Isla, en el Puerto de Mazarrón, con unas medidas de unos 8,20 metros de eslora; 2,20 metros de manga y un puntal máximo de 0,90 metros.

El barco contenía un completo cargamento de lingotes de mineral de plomo, un ánfora, un molino de mano, y su ancla, de madera y plomo, entre otros objetos, que ya fueron extraídos del mar entre el año 2000, cuando se instaló también una caja metálica que ha protegido la embarcación desde entonces. 

Una vez fuera del agua, el pecio será trasladado a los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Arqua), donde se llevarán a cabo trabajos para estabilizar su estructura y garantizar su conservación, que previsiblemente se prolongarán durante varios años.