LORCA. En el año 70 del pasado siglo, los estudiosos pensaron que en una futura reestructuración del Estado en Autonomías, contemplaría la Región del Sureste con las provincias de Albacete, Alicante, Murcia y Almería, cuyo centro neurálgico, del área resultante, sería la ciudad de Murcia.
Así se entendió con la instalación en la capital de Murcia de una serie de servicios de los que no disponían las demás ciudades como fue el caso, entre otros, del Corte Inglés y Radio Nacional de España. Con el objetivo de dar cobertura a la periferia resultante de ese nueva reorganización del Estado español.
Después en la Constitución de 1978 tras la división de España en Autonomías, la Región de Murcia se constituyó como uniprovincial. De todos es conocido que Albacete se unió a Castilla-La Mancha, Alicante se agregó a la Comunidad de Valencia y Almería se juntó a la Comunidad Andaluza.
"se trata de reivindicar la importancia, el peso específico y la solvencia de la actual Comarca de Lorca"
Desde entonces ha continuado emergiendo, intermitentemente, en Cartagena, una aspiración como es la reivindicación de la provincialidad y la transformación de nuestra Comunidad en biprovincial. Distintos estamentos sociales de dicha comarca y también algunas instituciones de ámbito regional se han significado en repetidas ocasiones, a lo largo de las últimas décadas, elevando su voz en este sentido.
Se argumentaba que en una hipotética futura reforma del Estatuto podría caber esa posibilidad. Razones no les faltaban: el posible aumento de representatividad a nivel estatal y un mejor reparto de las inversiones por parte de la Administración central son algunas de ellas.
¿Y Lorca? ¿Qué ocurre con la posibilidad de que esta Comarca pueda ser, en un futuro, también provincia dentro de la Comunidad de Murcia?
Condiciones las tiene: por extensión territorial, área de influencia, número de habitantes, actividad económica, etc.
¡Qué lastima! Que no exista lo más importante: una concienciación social capaz de provocar un rico, esclarecedor y reivindicativo debate en este sentido.
Ya en 1968, un trabajo muy revelador, con innumerables argumentos serios y de indudable solidez, plasmado en una excelente publicación, el profesor Horacio Capel, con un título que no admite dudas, Lorca, capital subregional, llamaba de una forma clara y bien documentada la atención sobre la influencia de la Comarca de Lorca. Pero entonces, al no existir todavía el Estado de la Autonomías, el ámbito de servicios alcanzaba a zonas de las provincias de Granada y Almería. En la actualidad, por lo tanto, la realidad es bien distinta, pero el crecimiento de la Comarca en los últimos años ha adquirido una autonomía de una
Es difícil, por no decir imposible, que los políticos de cualquier tendencia acepten esta solicitudes, no gustan demasiado estos planteamientos. Por otro lado, existen, en el resto del Estado, movimientos en este sentido: los casos de Gijón en Asturias, de Jerez de la Frontera y Algeciras en la provincia de Cádiz y Torrelavega en Cantabria son algunas de ellas.
De cualquier forma, de lo que se trata es de resaltar y reivindicar también la importancia, el peso específico y la solvencia de la actual Comarca de Lorca.
Juan Pérez Gil
Fundador, expresidente y presidente de honor de Ceclor