el gato en la talega / OPINIÓN

La primera reina

25/08/2022 - 

MURCIA. Me pregunto si el derecho a conocer la historia no sería un nuevo campo de crecimiento. Los planes de repoblación de la España rural, la litoral degradada, debería sumarse, ayudan a mantener los censos, y con ellos los servicios y la actividad económica de pueblos que sufren un sangrante éxodo. Dan una oportunidad y recuperan viviendas que de otro modo estarían destinadas a desaparecer. Si la historia fuese conocida como debiera, sabríamos que la repoblación es una práctica de antaño. Precisamente la historia salva a los pueblos que luchan frente al abandono, como estrategia para revivirlos y generar visitas. Administraciones Públicas y empresas deberían tener en este derecho un incentivo real.

Donde paso mis fabulosos días de estío, hay una pequeñita zona verde sobre la que, con materiales nobles acordes al mensaje y el entorno, se asienta un enorme panel con la imagen y el texto relativo a la reina Urraca I de León. Así la conocí, ausente como estuvo de mis libros de historia. Indagando, encontré diversos artículos, muchos actuales, entre los que fui descubriendo a una formidable mujer referente.

"urraca I marcó la historia de nuestro país creyendo ante todo en sí misma y en sus raíces"

Urraca I de León (1081-1126) fue la primera reina titular de Europa. Reina de pleno derecho en la España medieval de principios del siglo XII, oscuro escenario para mujeres indómitas. Ella marcó la historia de nuestro país creyendo ante todo en sí misma y en sus raíces. Nacida heredera de Alfonso VI y Constanza de Borgoña, recibió una educación como tal hasta que la obsesión de su padre por tener un hijo varón culminó con el nacimiento de Sancho en 1093, fruto de su nuevo matrimonio con una princesa musulmana convertida al cristianismo.

Así comenzó la nueva orientación de su vida enfocada hacia lo previsto para las mujeres: el matrimonio concertado por el padre. Siendo menor de edad fue comprometida con Raimundo de Borgoña, noble con quien su padre estaba en deuda, y pasó de ser heredera del trono leonés a condesa de Galicia. De este matrimonio nacieron Alfonso (Alfonso VII, futuro rey) y Sancha. Enviudó en 1107, y su hermano Sancho falleció en la batalla de Uclés en 1108, por lo que resurgió como heredera. Su padre no tardó en imponerle otro matrimonio, esta vez con Alfonso de Aragón, el Batallador. Esta unión se rompió en 1114, repudiada de cara a la galería, pero cuya causa real fue la determinación de Urraca de disolverlo. En la Historia Compostelana se recogen sus palabras al respecto: "Toda persona noble ha de lamentar que mi rostro haya sido manchado por sus sucias manos y que yo haya sido golpeada por su pie". Urraca batalló contra un machismo violento y misógino, además de interesado, manteniendo bajo su custodia su reino, e incluso ampliándolo.

A partir de entonces decidió no compartir el poder con un consorte. Nunca volvió a casarse y aún tendría dos hijos más, Elvira y Fernando, con el conde Pedro González de Lara. Falleció en 1126 en el castillo de Saldaña; se dice que, en un parto problemático, dejando sus reinos a su hijo Alfonso VII. Murió un 8 de marzo, mucho antes de que esta fecha fuese relevante para nosotras y está enterrada en el Panteón de Reyes de León, como una igual hasta en su sepultura.

Su gobierno solo puede entenderse desde el tesón dada la fragilidad para dominar un territorio fragmentado, amplio y convulso en el que cada plaza luchaba para sí. Tuvo una grandísima visión de gobierno y fue una excelente estratega, como queda constancia en una de sus maniobras ante dos frentes: logró que el Condado Portugalense, que reclamaba corona, y Galicia, que pedía independencia, se enfrentasen entre sí, desviando de su corona el objetivo.

"La Temeraria" atemorizó a aquellos hombres que quisieron relegarla a un papel de consorte, moneda de cambio y madre"

Una historia escrita por hombres aterrados ante su independencia y valía nos ha dejado perlas como las del Cronicón Compostelano: "Gobernó Urraca tiránica y mujerilmente", o las de la Historia Compostelana: "Criminal víbora cargada de pestífero veneno". Me da la risa, pestíferos todos ellos. En Historia mundial de España, de Ermelindo Portela, hay un capítulo en que se resalta su energía, independencia, constancia y compromiso para con ella y su reino. En el Diccionario Biográfico español de la Real Academia de la Historia, la historiadora María del Carmen Pallares recalca que "nada le fue preguntado o requerido ante decisiones que la afectaban grave y directamente y que se tomaban en un entramado de intereses, en el que el papel de Urraca se limitaba al de pieza de intercambio”.

"La Temeraria" atemorizó a aquellos hombres que, por educación e interés, quisieron relegarla a un papel de consorte, moneda de cambio y madre. Su apodo no es sino un reconocimiento a su valía frente a historiadores, clérigos, reyes, nobles y demás hombres para quienes Urraca fue no solo una igual, sino en la mayoría de los casos, una referente. En su enclave de recuerdo hay un trono vacío en el que turistas y vecinos a veces nos sentamos bajo el escudo leonés, reyes y reinas por un instante. Al lado, ella mira al frente con un resumen de su historia que nos asombra. En la acera cercana hay una concha del Camino. El cartel que la honra está escrito en primera persona, y Urraca I de León nos cuenta: "Amé, sufrí, disfruté, viví libre…".

He aquí una iniciativa valiosa de turismo cultural y educativo. De un turismo motivador capaz de unir vecindario a visitantes, paisajes a historia. Los asentamientos humanos laten si están vinculados al lugar, ya sea por conocimiento o sentimiento. Acoger desde un proyecto que humaniza los lugares garantiza un flujo de vida constante, y aún más si lo hacen junto a su historia.

Celia Martínez Mora

Investigadora

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