MURCIA. El alcalde de Murcia, José Ballesta, acompañado por la vicealcaldesa y concejal de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, ha presentado el nuevo pavimento accesible que se instalará en la plaza Cardenal Belluga de Murcia.
El diseño de la propuesta lo ha realizado el estudio del prestigioso arquitecto Rafael Moneo, que apuesta por renovar las baldosas de la plaza.
De igual manera, la actuación diseñada apuesta por utilizar las alineaciones que conectan el centro de la plaza con las embocaduras de las calles adyacentes para renovar el pavimento.
Los trabajos programados abarcan una superficie de actuación de 212 metros y 128 metros cuadrados, presentan un plazo de ejecución de 15 días y permitirán adecuar la plaza a la normativa vigente en materia de accesibilidad.
El pavimento táctil direccional comprenderá una superficie de 124 metros cuadrados, mientras que en otros 4 metros cuadrados se dispondrá pavimento táctil de advertencia, también conocido como abotonado.
La propuesta de actuación es fruto de un proceso participativo que ha contado con la colaboración y el asesoramiento tanto del estudio de Moneo como de representantes de la ONCE, quienes han dado su conformidad sobre el terreno a las actuaciones que se van a ejecutar durante una visita a la plaza que han realizado junto al alcalde Ballesta y la vicealcaldesa Rebeca Pérez.
La alternativa técnica diseñada por Moneo para mejorar la accesibilidad de la plaza Belluga aúna el respeto por este Bien de Interés Cultural con la creación de los nuevos itinerarios accesibles. La propuesta diseñada respeta el diseño original que el mismo arquitecto hizo de esta infraestructura en la década de los 90, y apuesta por aprovechar las trazas radiales actuales para mejorar la movilidad de personas invidentes.
Rafael Moneo fue el autor, en el año 1998, del edificio contiguo al Ayuntamiento. También se encargó del diseño de la plaza Cardenal Belluga tal y cómo se conoce hoy en día. La trayectoria profesional de este arquitecto está repleta de éxitos y reconocimientos, como el primer premio Pritzker de Arquitectura, galardón con el que fue reconocido en 1996.