MURCIA. La obra terminada en la Región de noviembre a enero, últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Agenda Urbana, apunta a una tendencia que los distintos actores del sector inmobiliario vienen señalando. La falta de suelo urbanizable, en definitiva, la escasez de oferta inmobiliaria tensa los precios y sigue dificultando el acceso a la vivienda para gran parte de la población, especialmente los jóvenes que quieren acceder a su primera vivienda. De noviembre a enero, los certificados de fin de obra han caído un 42%. De las 289 certificaciones fin de obra registradas en noviembre de 2022, se ha pasado a las 162 que se dieron en enero de 2023.
Un hecho que se combina con el descenso de los visados de obra nueva que conforman una especie de ‘tormenta perfecta’. Y es que la obra nueva en la Región tampoco despega en 2023. Al contrario que en 2022, cuando en el mes de enero registró 176 visados de obra nueva, y a diferencia también del mes de diciembre (hace apenas 4 meses) cuando también se registraron 136 visados, en el primer mes de 2023 estos visados han caído hasta los 83, según datos del Ministerio de Agenda Urbana.
La caída afecta especialmente a los visados para obra de uso residencial, ya que, si el año pasado se aprobaron 165 obras nuevas para vivienda, este año tan solo se han registrado 70. En cambio, en lo que se refiere a otros usos, como oficinas, almacenes o servicios de transporte, los visados han subido ligeramente (de 11 a 13). Una caída en la Región que se cifra, de lo registrado en enero de 2022 a lo registrado en enero de 2023, en un 53%. A nivel nacional, sin embargo, la caída en el conjunto de España ha sido tan sólo del 14%.
La caída en los visados de obra nueva pone de relieve la escasa urbanización que se mantiene en la Región de Murcia y que sigue provocando un estrés de precios insoportable para muchos bolsillos. José Ramón Blázquez, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (APIRM), ha manifestado en muchas ocasiones la necesidad de renovar el parque residencial. "No estamos rehabilitando el parque residencial con tan solo 1.100 licencias aprobadas para este fin en el 2022, lo que supone una falta de sostenibilidad en las viviendas".
Un problema de suelo que dificulta el acceso a la vivienda a muchos sectores de la población que no necesariamente son de renta baja. "La demanda crece mucho más rápido que la oferta de vivienda, lo que produce un estrés en el mercado que provoca un aumento de los precios", aclaran desde APIRM.