Foto: Página de Facebook de Agoney.SAN PEDRO. La recuperación plena de la normalidad en los espectáculos, libres de reducciones de aforo, obligaciones de permanecer sentados en la butaca o llevar en todo momento la mascarilla, han supuesto una revitalización de la cultura en España. La sociedad quiere volver a sentir la música en directo, en un deseo de recuperar el tiempo perdido.
Por ello, todos los municipios se han esmerado en programar eventos culturales para impulsar la recuperación en los sectores que se benefician de este tipo de actos como la hostelería, los hoteles o el comercio en general. En San Pedro del Pinatar no han querido quedarse atrás y han adjudicado recientemente la programación de espectáculos musicales para todo 2022 por 320.000 euros. Las empresas ganadoras han sido Espectáculos Barceló; Visual Events Comunicación y Producciones; My Producciones Ibérica; La Pandilla de Drilo; Espectáculos Aparecium; Bonjourmonamour Producciones; Lumaki; Producciones Mts 1968; Indalostaff; y Espectáculos Faro.
Una programación cultural para lo que resta de 2022 que contará con Agoney, cantante, músico y compositor español que saltó a la fama tras su participación en el programa Operación Triunfo 2017; El Musical Infantil "La Granja", espectáculo musical para toda la familia, basado en los dibujos de La Granja de Zenón; La Pandilla de Drilo, una propuesta musical y creativa en la cual se entremezclan, a la perfección y con sello propio, diferentes formas de expresión como son la música, el baile, la imagen y el teatro. Bajo la batuta del compositor y productor Andrés Meseguer; o el espectáculo "La fuerza del destino", homenaje a Mecano. El formato combina la música en directo, la danza y la interpretación de los personales que dan vida a estas canciones, todo ello apoyado por un montaje audiovisual y creado por músicos, cantantes y bailarines de los musicales de Nacho Cano; o artistas de la talla de Camela o María Peláe.
Una gran variedad con la que se pretende encender de nuevo la llama de la cultura en un sector que, durante los meses más duros de la pandemia, no pudo realizar su trabajo de la manera adecuada. Las restricciones de aforo y, en muchos casos, la limitación de la movilidad entre municipios impedía que la sociedad, independientemente de donde viviera, pudiera disfrutarlos, con la consiguiente merma de ingresos para los creadores. Por suerte, esos tiempos ya pasaron.
