aunque la firma de molina desmiente cualquier negociación con la cotizada catalana

La molinense Azor despierta el interés de los inversores y Griñó pide permiso a la CNMC

13/01/2025 - 

MURCIA. Tras un 2024 que ya cerró con un gran movimiento entre las empresas de la Región de Murcia, el cambio de año ha traído consigo nuevas operaciones de M&A. En este caso, ha sido la molinense Azor Ambiental la protagonista, pues ha despertado el interés inversor de varios agentes que buscan ejecutar su adquisición.

De hecho, la catalana Corporación Griñó ya ha elevado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la consulta sobre una posible compra de Azor Ambiental, para contar con el visto bueno de este organismo de cara a una futura operación.

No obstante, fuentes de Azor Ambiental han negado a preguntas de este medio que se hayan iniciado unas negociaciones formales entre ambas partes, por lo que resulta poco probable que haya un acuerdo en el corto plazo. 

En cualquier caso, el trámite en la CNMC, que fue elevado el 26 de diciembre, sigue su curso, y este organismo debe ahora decidir si la posible compra supondría una concentración excesiva dentro del sector y, por tanto, si autoriza el movimiento.

Sin embargo, lo cierto es que Azor Ambiental sí ha recibido otras ofertas de inversores conocedores del sector que la dirección considera "más beneficiosas" para los intereses de los trabajadores y los socios, al igual que para los acreedores financieros, pues garantizan mejor la viabilidad del grupo.

Una de las empresas más destacadas de Molina

Especializada en la gestión de residuos procedentes del sector de la automoción, Azor Ambiental completó el pasado 2023 con una facturación récord de 123 millones de euros, lo que la sitúa entre las empresas más relevantes de Molina de Segura y la posiciona en una buena posición en la tabla de las 100 compañías con mayor cifra de negocios de toda la Región, pues ostenta el puesto 61.

No obstante, mientras que las ventas no dejan de aumentar con un incremento del 5% en el último ejercicio, el beneficio no ha logrado seguir el mismo camino, pues Rator Capital -la matriz de Azor Ambiental- acumula cuatro años consecutivos en números rojos. Así, en el 2023 esta compañía registró unas pérdidas de 1,4 millones de euros. 

En cualquier caso, cabe recordar que este resultado se ha visto lastrado por los costes financieros del grupo, que supusieron 3 millones de euros tan solo en el último ejercicio. No en vano, cerró el pasado año con unas deudas con entidades de crédito por valor de 37 millones de euros. Además, los gastos relacionados con el medio ambientes han alcanzado los 2,5 millones, y se han acometido inversiones en este campo por valor de 1 millón de euros. 

"En ejercicios anteriores, los subgrupos pre-existentes presentaron pérdidas de explotación, ocasionadas por diversos factores, entre ellos, la evolución de los precios de cotización del plomo en el London Stock Exchange (LSE), la evolución de los precios de compra de baterías y materias primas, los costes de producción del grupo por unidad de decisión, la competencia del sector en el que opera y la naturaleza de los acuerdos comerciales firmados por el grupo con su principal cliente al que realiza aproximadamente un 50% de sus ventas", explican desde la propia Azor en su hoja de resultados consolidada a la que ha tenido acceso este medio. 

Este cliente representativo es la alemana Clarios Recycling GmbH,  a través de la que la compañía obtiene aproximadamente el 53% de su cifra de negocios. No obstante, en el ejercicio 2022 la firma logró suscribir nuevos contratos con diversos clientes y, de esta manera, diversificar las ventas.

De hecho, durante este 2022 y el pasado 2023 la situación ha comenzado a mejorar para Azor, pues se han aplicado medidas de reducción de costes y de eficiencia productiva. Además, se ha modificado la política de los precios de compra de baterías de acuerdo al precio de cotización del plomo en el London Stock Exchange y se ha producido un mejor comportamiento de la cotización del plomo.

Por otro lado, al cierre del ejercicio 2023 el grupo ha presentado un fondo de maniobra negativo por importe de 10,4 millones de euros, al registrar en el pasivo corriente del balance consolidado adjunto la deuda financiera a pagar contraída con el sindicado de entidades financieras. 

Sin embargo, la dirección consideran que la deuda que lo ha generado corresponde a la financiación recurrente del activo circulante, por lo que, dada la capacidad de generar caja de la empresa, los administradores confían en que Azor será capaz de hacer frente a todas sus obligaciones en el corto plazo, pues "los flujos de caja generados permitirán cubrir los compromisos con terceros", concluyen.

De cara a los próximos ejercicios, la gestión estima que los resultados vendrán determinados por la evolución del precio del plomo en los mercados internacionales y por el apoyo de las entidades financieras, pues consideran vital disponer de recursos suficientes para financiar sus actividades.

Azor se especializa en la fundición de plomo de segunda fusión, donde la materia prima procede básicamente del reciclado de baterías de plomo y otras chatarras. Para ello, cuenta con un red de 163 centros colaboradores de recogidas de residuos de automoción y una plantilla de 130 empleados. Actualmente, la firma molinense trata en su planta de reciclado más de 3 millones de unidades de baterías y más de 10 millones de filtros de aceite de automoción al año. Su producción de plomo es de más de 30.000 toneladas año.

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