MURCIA. Cuenta la leyenda que la fiesta de antiguos directivos de Blockbuster ha sido lo más épico hasta el momento de lo que llevamos de milenio. El hundimiento en bolsa en estos momentos nos lleva a las zonas que pueden suponer volver a 2018 e incluso antes. Todos los que sentían dioses por haber invertido justo antes de la pandemia acaban de cancelar su exótico viaje de vacaciones para este verano.
Blockbuster, este antiguo dinosaurio empresarial del mundo del videoclub que decidió no invertir un céntimo en innovación ni escuchar a su público al ser líder de mercado, ha visto en su asesino, Netflix, cómo la historia se repite únicamente 8 años más tarde de su cierre. Lo que viene a confirmar que la venganza no solo se sirve fría, sino que se sirve por fascículos ya que esta historia aún no ha terminado.
Serán las buenas o malas decisiones de su dirección las que puedan matar o recupera el éxito de la compañía. Desde luego subir cuotas, quitar la posibilidad de compartir tu cuenta con tus padres, hacer series políticamente influenciadas con valores como deconstruir la masculinidad o jugar a los cromos con las etnias del planeta sale caro. Que alguien le explique a esta gente que si hay muchos blancos en la segunda guerra mundial o en las series de vikingos no se trata de insultar a nadie sino intentar ser fiel con la realidad. A todo gurú que defienda el BlackWashing por favor, que se le enseñe el video de Morgan Freeman sobre su opinión del Black History Month.
Por poner un ejemplo, la última gran polémica con las series de cosecha propia de Netflix ha sido el reboot de He-Man y los Máster del universo, bizarrada incomprendida que actualmente se califica de basura y que dentro de una década será adorada y rozará la comedia. En qué punto una serie de fantasía y barbarie pudo ser utilizada para empoderar de mala manera personajes femeninos que ya eran fuertes y extremadamente bien definidos en los 80. ¡Si hasta nos pintaron de negro al Rey de Grayskull para cumplir con la cuota de los Oscar! No no no Netflix, así no.
Pero damas y caballeros, Netflix no es la única afectada por la idiocracia que está llegando, en Disney se empieza a notar ese deseo asqueroso de influenciar a niños con temas sobre sexualidad que deberían descubrir bastante más tarde. Sin entrar en lo correcto o no de la temática, debe quedar bien claro que cada tema tiene su edad e igual que no se le enseña sobre ecuaciones diferenciales a un niño que no sabe sumar, ciertos temas deben ser abordados en la edad, por la persona y el entorno adecuado.
Un año de caídas en bolsa y lo que queda, estos lo achacan a las perdidas en los parques, pero nos engañemos, que todos hemos visto como se ha puesto Murcia para el bando y como las fiestas han vuelto con su repunte para todos los sectores dependientes. Que sí, que Blancanieves ya no es actualidad pero sin entrar en esos terrenos pantanosos Shrek ya nos demostró como se puede modernizar un clásico e inculcar auténticos valores incluso “trans” de forma muy acertada.
De hecho, solo hay que ver mi artículo anterior para comprobar que estas caídas eran un secreto a voces, de esos que no hace falta ni tener amigos cercanos al problema para verla llegar.
HBO todavía no está claro si van despacio pero firme o no tienen ni idea de donde están ya que ni si quiera tienen aplicación para Windows de su plataforma. Para el que aún no sepa, es vital como plataforma de streaming tener una aplicación de este tipo ya que es la única forma de acceder al sonido 5.1 de los altavoces en el caso de que se disponga de estos y al HDR si se quiere una imagen potente.
Se acercan curvas y las grandes plataformas siguen sin escuchar a quien toca, a su publico.
