MURCIA. El notario murciano Francisco Tornel sigue siendo el dueño del Real Murcia. Es la principal conclusión a la que se llega después de que los tribunales hayan desestimado la demanda interpuesta por el empresario mexicano Mauricio García de la Vega, quien pidió que se anulara la ampliación de capital que le hizo dejar de ser el propietario de la entidad hace un año.
Apenas 48 horas después de la vista celebrada el martes en la Ciudad de la Justicia la jueza María Dolores de las Heras, titular del Juzgado de Lo Mercantil número 1 de Murcia, ha dictado sentencia y esta deja las cosas como estaban.
De las Heras, tras escuchar a los abogados de ambas partes y a varios de los testigos llamados a declarar, ha emitido el veredicto antes de lo que se podía prever y el resultado no ha sorprendido, pues se esperaba un fallo en ese sentido.
La jueza ha considerado legal la ampliación de capital que se afrontó para evitar la disolución del club. García de la Vega no estaba en contra de dicha medida, pero sí discutía la forma de aplicar el proceso -en la tercera fase se limitaba la aportación de capital a las personas que no fueran socias y al mexicano se le negó la inscripción en el libro de socios- y por eso acudió a los tribunales.
Resulta que García de la Vega era el máximo accionista del club con el 82% de los títulos en su poder, pero la ampliación, aprobada en una controvertida asamblea y con la que llegaron 1,3 millones de euros al club, cambió sustancialmente la decoración. Ese 82% se convirtió en un exiguo 10%. Así, Tornel, aportando 200.000 euros, logró desbancar a García de la Vega, que es dueño de la empresa Iconos Nacionales, y convertirse en el propietario de la entidad, de la que posteriormente fue nombrado también presidente.
En un auto de 13 páginas se detalla que si García de la Vega no está inscrito en el libro de socios fue por no haber pedido judicialmente que se ejecutara el laudo que se emitió en ese sentido.
De las Heras también remarca que queda “acreditado” que el acuerdo de limitar la adquisición de acciones a foráneos se tomó “para proteger el interés social” y es que el Murcia pretendía evitar que alguien no vinculado al club y con intereses únicamente mercantiles se hiciera con el mando del mismo.
La sentencia, que puede ser recurrida, también lleva aparejadas al pago de las costas procesales por parte del demandante.