MURCIA. En pleno agosto la Gran Vía de Murcia luce prácticamente desierta, apenas hay movimiento. Una de las zonas más transitadas durante el año luce ahora prácticamente vacía. No es de extrañar teniendo en cuenta que a las 9 de la mañana el termómetro ya marca 30 grados.
Una de las imágenes más insólitas que deja el puente de agosto es la gran vía sin tráfico: cuesta trabajo ver a coches pasar y los pocos autobuses que circulan están prácticamente vacíos. En las paradas de taxis los conductores esperan dentro de sus coches o charlan entre ellos ante la falta de clientes.
Esta ausencia de tráfico es un consuelo para todos los que vienen en coche a Murcia, ya que pueden aparcar con facilidad y de forma gratuita en la zona azul. Pero no es la única ventaja para los que se quedan en la ciudad durante las vacaciones: más mesas libres en restaurantes, menos colas para comprar y más espacio para pasear por las calles del centro de la ciudad.
Sin embargo, para la hostelería y el comercio la imagen de Murcia vacía no es una noticia positiva. "A medio día solo vienen algunos turistas, por las noches sí que se llena algo más, pero no es nada con lo que solemos tener" explican desde el céntrico bar El Rincón del Chapas.
No sucede lo mismo para los bares con terraza que aún mantienen algo de esplendor, incluso por las mañanas se pueden ver familias y turistas disfrutando de un granizado o una bebida fría. "A la hora de comer no suele haber nadie, pero por la mañana temprano siempre tenemos algún cliente madrugador que está paseando por la ciudad. Hay turistas sí, pero también muchos murcianos que no están de vacaciones", nos cuentan desde la heladería Alfonso.
En la Plaza de las Flores, donde el bullicio es siempre constante, ahora la situación es más tranquila. De nuevo, muchos de los bares están concurridos por turistas que lejos de huir de las altas temperaturas, disfrutan de un almuerzo al sol.
En las calles Trapería y Platería, dos de las arterias principales de la ciudad, se puede observar que mitad de las tiendas han colgado el cartel de "Cerrado por vacaciones". La mayoría de las que han quedado abiertas son franquicias, pero que permiten darle un pequeño al impulso al mes más "flojo" para los comerciantes y atraer a más gente a sus calles.
Es el caso de la franquicia Blue Banana, que aterrizó hace dos meses en platería y que atrae a muchos clientes tanto por la novedad como por las rebajas de la tienda. Precisamente las ofertas han sido una de las claves que ha permitido que los comercios afronten uno de los meses más flojos para las ventas.