Foto: OMEGAMURCIA. Si el objetivo del pasado verano era evitar el descalabro, en este la intención era mantenerse con suficientes fuerzas para comenzar la recuperación cuando la vacuna trajera de vuelta la normalidad. No obstante, el buen tiempo y el turismo nacional han permitido salvar la campaña para la restauración y el sector hotelero, incluso a pesar de la tragedia sufrida en el Mar Menor. Por otro lado, los salones de celebraciones, junto al ocio nocturno, continúan sin ser capaces de levantar cabeza debido a la incidencia de la covid y a las restricciones que la acompañan.
Y es que con la limitación de aforo provocada por la pandemia está resultando complicado remontar el vuelo para los salones de celebraciones, pues con un máximo de 30 personas en el interior se han sucedido las cancelaciones en las últimas semanas.
Asimismo, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (Hoytú), Jesús Jiménez ha alertado de que muchos murcianos están acudiendo a las provincias limítrofes para festejar sus bodas y evitar las limitaciones de la Región. Además, añade que con el comienzo de la desescalada comenzarán a acudir a aquellos municipios con la incidencia más baja: "En vez de ir a Albacete irán a Yecla".
En este sentido, recuerda que la temporada de bodas comienza a partir de octubre, pero que nadie se atreverá a realizar su celebración al aire libre por miedo a las inclemencias del tiempo, de manera que la única opción será el interior de los locales.
Por tanto, propone una relajación urgente en las medidas para que estos negocios puedan comenzar a levantar cabeza: "Las limitaciones por razón de incidencia tenían su razón de ser antes de la vacunación, pero ahora habría que replantearlos con casi el 70% de la población ya inmunizada. Hay que relajar las restricciones. De manera paulatina, pero empezando ya".
En esta línea también se encuentran las discotecas y los pubs de ocio nocturno, que lamentan no haber podido aprovechar la temporada de verano debido a la necesidad de controlar la trasmisión. De hecho, Jiménez asegura que este sector seguramente necesite una "tercera línea de ayudas directas" para acometer la recuperación.
Por su parte, la restauración ha disfrutado de un empujón durante este verano que le ha permitido "salvar la campaña", según afirma el presidente de Hostecar, Juan José López: "Los números son mucho mejores que los del 2020, aunque es difícil valorar esta campaña porque ha sido de mucho volumen pero poco gasto".
Y es que, según indica a Murcia Plaza, el turismo nacional es sinónimo de "mucha gente pero poco gasto" ya que lo más habitual son personas que acuden a su segunda residencia. Por tanto, reconoce que los restaurantes han echado de menos el turismo internacional que "tiene otra capacidad económica".
En cualquier caso, no se puede negar que la temporada ha superado las expectativas que tenían los empresarios cuando comenzó a subir la incidencia, lo que supone una buena noticia para un sector que cada vez se encuentra más cerca de su vieja normalidad.
En la misma línea se mueven los hoteleros, que celebraban grandes números durante julio y las primeras semana de agosto. De hecho, algunas cifras incluso animaban a pensar en niveles similares a los de 2019. No obstante, la tragedia del Mar Menor ha provocado una cancelación masiva de reservas en la segunda quincena de agosto, lo que también ha afectado con bastante dureza a los chiringuitos de la zona.
Con la intención de incentivar el consumo, el presidente de Hoytú ve con buenos ojos la posible implementación del pasaporte covid como requisito para entrar en los locales. No obstante, asegura que "no puede ser una restricción más".
"Si es una medida adicional estamos en contra, preso si es una puerta a la recuperación de la normalidad estamos de acuerdo", indica Jiménez: "Si se implanta el Certificado Covid deberán abrir las pistas de baile, las barras y mejorar los aforos".
