MURCIA. De pagos con bitcoins a aplicaciones para jugar y sumar puntos que se traducen en descuentos en bares y restaurantes. La hostelería de la Región se apoyo en lo digital para seguir creciendo. Entre los principales cambios que se produjeron en el funcionamiento de los locales derivados de la ya lejana crisis sanitaria destaca la sustitución de la tradicional carta impresa por un sistema con códigos QR, que permite que los clientes puedan ver a través del móvil lo que ofrece cada establecimiento con "total seguridad y sin tener que tocar el papel".
Cadenas con local en Murcia como The Fitzgerald Burger Company, el grupo de hamburgueserías fundada por los hermanos valencianos Mario y Carlos Gelabert y propiedad al 50% de Tastia Group, ya ha incorporado el pago mediante criptomonedas en los 16 restaurantes de la firma en España.
The Fitzgerald llevará a cabo este proyecto de la mano de Criptan, una plataforma que permite aceptar pagos en criptomonedas desde cualquier lugar del mundo, ofreciendo facilidades para las empresas en el momento de recibir el pago en euros directamente en su cuenta bancaria. Gracias a este acuerdo, The Fitzgerald admitirá el pago en Bitcoins.
Pero esta 'revolución digital' en la hostelería no se para en el pago ni la forma de acceder a los productos que se ofrecen, si no que la manera en la que los clientes realizan sus pagos también ha dado un giro de 180 grados y se ha multiplicado la utilización de los medios electrónicos, como la tarjeta sin contacto o Bizum (un sistema de pagos instantáneos entre particulares y de compras en comercios a través del teléfono móvil).
Otro ejemplo de este desarrollo digital es Win, la app para jugar y descontar en restaurantes, una app en la que hosteleros y clientes salen ganando gracias a jugar y descontar y ya cuenta con la adhesión de 30 locales. Los clientes podrán canjear los puntos que antes hayan obtenido en los juegos de habilidad, gratuitos y sin anuncios, que contiene la app.
Desde varios bares del centro de Murcia destacan "la gran aceptación que han tenido desde la pandemia los códigos QR, algo que "es mucho más cómodo y seguro para nosotros y para los clientes".
Además mucha gente paga ya la cuenta con tarjeta o Bizum. Y hacía una lectura muy positiva de los cambios que se están produciendo y que facilitan el trabajo además de permitir más seguridad en los nuevos tiempos: "lo que venga para mejorar debe quedarse", añadía.
La revolución digital en la hostelería se ha acelerado y efectivamente ha llegado para quedarse. Lo que está claro es que las novedades en esta nueva era de la tecnología se irán sucediendo, aunque una buena 'marinera' en una terraza seguirá teniendo el mismo sabor.