MURCIA. El camino de la vida es un continuo ciclo con muchos altibajos, unas veces estamos arriba y otras nos toca estar abajo. En ocasiones alcanzamos lo que queremos y otras veces no llegamos a nuestras metas. Sin embargo, en nuestra cultura se tiene la falsa creencia que el éxito es un golpe de suerte que acompaña a los triunfadores, que han sabido estar en el sitio adecuado y con la gente conveniente, en el momento indicado. Mientras que el fracaso es producto de los errores cometidos por los perdedores, aquellos que nunca van a llegar a triunfar. Si por un momento fuéramos capaces de pararnos a reflexionar nos daríamos cuenta de que realmente ni el fracaso ni el éxito existen. El éxito y el fracaso son como aquel cuento sufí que dice "buena o mala suerte, quién sabe", en el cual un evento afortunado te puede complicar mucho la vida, mientras que uno desafortunado puede terminar haciéndote muy feliz en el futuro. Por ejemplo, cuántas veces una persona es despedida de su empleo, e inicia su propio proyecto empresarial de forma exitosa. Cómo no recordar también el caso de aquellas personas que su mayor infortunio ha sido el que les tocase el premio gordo de la lotería. La verdad es que nadie sabe si al conseguir aquello que deseamos, estamos realmente ganando o perdiendo, del mismo modo pasa cuando hablamos del fracaso, pues muchas veces fracasar es la mejor puerta para encontrar nuestro lugar en este mundo.
"el 75% de los nuevos negocios cierra antes de cumplir los dos años"
En cualquier lugar del planeta, cuando un negocio arranca tiene más posibilidades de fracasar que de tener éxito. El promedio global indica que el 75% de los nuevos negocios cierra antes de cumplir los dos años. Es decir, la mayoría de las nuevas empresas fracasan. Por lo tanto, podemos asegurar que la gran mayoría de los emprendedores van a pasar por la experiencia del fracaso y es necesario que tengan herramientas que les permitan salir adelante, teniendo la madurez para asumir riesgos y poder aprender de sus errores.
El modo en que las sociedades asimilan y encaran el fracaso es, precisamente, uno de los factores distintivos de su éxito. Por desgracia, en España el fracaso aún se percibe de forma muy negativa y en muchos casos representa el final de un esfuerzo, la derrota total. Por ello, el tema de la gestión del fracaso debería estar integrado en las acciones formativas encaminadas a formar a los futuros emprendedores. De esta forma podremos tener buenos emprendedores, conscientes de que los triunfos no son producto de la suerte y que los fracasos son etapas por las que hay que pasar antes de obtener el éxito.
Ir por la vida pensando que nunca vas a fracasar, o bien, que eres la única persona que ha fracasado, es poco realista y además no te ayuda a enfrentar con la actitud adecuada los retos que se te presentan. Cuando uno mira su propia vida y se da cuenta de que tiene pocas historias de fracaso que contar, es señal de que ha arriesgado poco. Es decir, ha preferido moverse en la zona de confort antes de dar el paso hacia la zona de oportunidades, renunciando a intentar hacer cosas nuevas. Desgraciadamente cuando nos llega el momento de abandonar el viaje por este mundo, no son de los éxitos o de los fracasos de los que nos vamos acordar, sino de todos aquellos retos que nunca tuvimos el valor de hacer, o por lo menos intentar.
Si usted quiere conocer con mayor detalle esta temática de aprender a gestionar el fracaso puede hacerlo consultando en el siguiente enlace: https://www.um.es/web/unimar/cursos-y-actividades/curso?id=52089&curso=2022