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La falacia liberal de Andalucía que también sufrimos en Murcia

3/10/2022 - 

MURCIA. Una noticia político-económica que parecía reservada para este mes de septiembre, donde todos volvemos a estar más pendientes de la actualidad, y que ha merecido comentarios de todos los partidos políticos y agentes sociales ha sido el anuncio de la 'supresión' del Impuesto de Patrimonio para los andaluces. Poco han tardado las reacciones, entre las que ha resonado notablemente la del dirigente de la Región de Murcia, que ha replicado con el anuncio de una deflactación del IRPF anunciándola como una bajada de impuestos 'liberal' sin contar con el déficit que generará. Hay que aclarar que entre los fundamentos del liberalismo más básico el déficit tiene un papel mucho más relevante que los impuestos y que toda reducción de ingresos fiscales debe ser posterior a una reducción del gasto, para no aumentar estos déficits. 

"El impuesto al Patrimonio desincentiva la generación de riqueza pero sobre todo el ahorro, principal elemento de la innovación y progreso económico"

El Impuesto al Patrimonio grava el capital que los contribuyentes han ahorrado fruto de los rendimientos de su trabajo o del propio capital. Se trata de un impuesto redistributivo pero que desincentiva la generación de riqueza pero sobre todo el ahorro, principal elemento de la innovación y progreso económico. Por ello en sociedades libres y más desarrolladas económicamente suele considerarse un gravamen residual, injusto y excesivamente planificador de la economía de un país. Entre otros inconvenientes, si se considera la inversión como motor que permite el desarrollo de una economía ya que es mediante ella como se descubren los nuevos sectores más productivos a futuro y que revertirán un mayor beneficio a la sociedad; si se grava la acumulación de capital a través del patrimonio de una persona y dado que los niveles de inversión en una economía están correlacionados con sus niveles de ahorro, el desarrollo económico se vería muy dañado. Es por esto que de los todos los países que conforman la OECD, tan solo 5 mantienen este impuesto, uno de ellos es considerado un ‘paraíso fiscal’. La broma se hace sola. Tan solo Noruega, Francia, Colombia, España y Suiza mantienen este impuesto, siendo este mal llamado 'paraíso fiscal' en el que más que peso tiene su recaudación. ¿Cómo es posible que las comunidades autónomas españolas que eliminan una figura impositiva que tiene ese protagonismo en un país considerado paraíso fiscal sean consideradas a su vez culpables de realizar dumping o competencia desleal? Pues por que ni Suiza es un paraíso ni mucho menos uno fiscal, ni lo que ha hecho Andalucía puede ser considerado dumping

Son varias las comunidades autónomas que optan por bonificar, que no suprimir, un impuesto que a ojos de nuestra propia Constitución se consideraría injusto ya que no garantiza ningún tipo de derecho de propiedad sobre el ahorro de una persona, tal y como lo han dictaminado tribunales tanto de la Unión Europea como en Estados Unidos. En un mundo tan globalizado es materialmente imposible controlar los flujos de capitales entre países que garanticen los derechos humanos, lo que ha hecho que además sea un impuesto increíblemente ineficiente a la hora de recaudar impuestos netos. Desde 1961, en el marco de la OECD han sido varios los países que han explorado la posibilidad de implantar este impuesto pero todas las experiencias han indicado la baja capacidad recaudatoria de este impuesto que requiere mucho esfuerzo para su control y sanción. De los 5 países que mantienen este impuesto todos lo aplican de forma distinta con exenciones, deducciones y tipos muy distintos y difíciles de comparar, es por ello que se suele comparar el peso que estos impuestos tienen en los presupuestos generales de los países para ver su efecto marginal en las economías. Tan solo recalcar el caso de Noruega, ese 'paraíso social' donde hay unas exenciones a las rentas de 180 mil euros por persona y de 360 mil euros en el caso de las parejas, y con unos tipos impositivos de como máximo el 0.95%. 

"en España el trabajador medio sin hijos a su cargo paga más del 40% de su renta total en impuestos que le son extraídos por parte del Estado de forma coercitiva"

En España hay regiones como Extremadura donde este tributo alcanza el 3.5%, y las exenciones son tan complejas y difieren tanto según la comunidad que sería imposible comentarlas en este artículo. Teniendo en cuenta los pesos marginales de este impuesto sobre los presupuestos de los distintos países que aún lo aplican, el país donde el impuesto al patrimonio tiene un mayor impacto es Suiza. Los terribles liberales suizos ingresan un 5% del total de sus impuestos de este tributo altamente redistributivo pero que es moralmente injusto al atentar contra el derecho de la propiedad sobre el ahorro y el trabajo. Este hecho desmonta el discurso fantástico de que Suiza es un paraíso fiscal donde los ricos no pagan impuestos, ya que los patrimonios están mucho más gravados que aquí, y en proporción de la renta paga siempre menos el trabajador que el gran rentista cosa que en España no está en absoluto garantizada. Hay que recordar que en España el trabajador medio sin hijos a su cargo paga más del 40% de su renta total en impuestos que le son extraídos por parte del Estado de forma coercitiva, como la mafia pero sin el mérito de arriesgar a recibir un tiro del clan enemigo. En Suiza ese porcentaje de la renta es del 23%, casi la mitad. Esta diferencia entre las distintas tasas impositivas en el resto de impuestos, aquí hemos expuesto los de las rentas al trabajo que pueden servir de ejemplo, hace que Suiza tenga que reforzar su recaudación del impuesto al patrimonio lo que explica ese 5% del total de su recaudación. 

Lo importante de recaudar es compensar los gastos que realiza el Estado con el objetivo de evitar el déficit que es bien sabido que es el único causante fundamental de las crisis económicas. En los últimos 25 años, España ha generado déficit entre ingresos y gastos del Estado en 22 de ellos y promedia un déficit cercano al 4%. En este mismo periodo el déficit promediado por Suiza es cercano al 0%. Los ciudadanos hemos comprado la falacia de que ser liberal es simplemente bajar impuestos, cuando el fundamento del liberalismo es la responsabilidad individual lo que significa, entre otras muchas cosas, no dejar que otros paguen las deudas que hemos generado nosotros porque el liberalismo detecta ésta como la causa fundamental de todas las crisis. Murcia y Andalucía son dos de las comunidades autónomas culpables del déficit crónico que padece España desde antes de su entrada en el euro, todos los años ambas comunidades reciben más dinero de la Hacienda del Estado del que recaudan, en ciertos periodos han llegado a recibir cerca del doble del dinero que han aportado. Por tanto, se puede afirmar sin ninguna duda que de estas dos comunidades autónomas no han podido conocer en lo que llevamos de democracia ni un ápice de los beneficios y responsabilidades que conlleva el liberalismo, más allá del branding y beneficios que puede obtener un político por calificarse como tal. El caso de Madrid, que también tiene bonificado el Impuesto al Patrimonio y ha decidido deflactar el tramo de IRPF. es completamente distinto ya que la Comunidad de Madrid es un contribuyente neto ante Hacienda. Pero el caso de Madrid merece artículo aparte.

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