La Manga se 'come' al monstruo Lagomar
La Manga se 'come' al monstruo Lagomar
LA MANGA. "Esta próxima Semana Santa miles de turistas conocerán una nueva imagen en La Manga del Mar Menor. Quedan escasos días para que termine de caer la estructura fallida del hotel Lagomar" escribía en redes sociales el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, el pasado domingo, acompañando estas palabras con las fotos que ilustran esta información.
A finales del pasado mes de noviembre se inició la demolición, que estipulaba un plazo de tres meses para acabar con este monstruo que nunca debió sobrevivir tantos y tantos años arruinando una idílica estampa en el Mar Menor. Antonio Martínez, viceportavoz Delegado de Urbanismo, Medio Ambiente, Patrimonio del Ayuntamiento de San Javier, afirma que las obras van "según lo previsto", por lo que durante esta misma semana "no quedará ni rastro del ala norte", mientras que a primeros de marzo las estructuras de las alas ya estarán demolidas".
Ha sido el Ayuntamiento de San Javier el que ha asumido el derribo del edificio de forma subsidiaria y le pasará la factura -cerca de 800.000 euros-, a los propietarios del mismo, la mercantil mercantil Intramanga Turística. En el caso de que la propietaria de la parcela no asumiera los costos del derribo se pueda llegar a subastar la parcela para asumir los gastos de ejecución de la obra y todos los gastos acumulados como vallado perimetral, redacción de proyecto.
La Manga se 'come' al monstruo Lagomar
Quedará, por tanto, la gestión de residuos y el acondicionamiento de la parcela. De esta forma, el fin de la obra esta previsto para primeros del mes de abril. "Impacta ver el avance tan rápido de la maquinaria", explica Martínez, quien añade "la gente no se lo cree". Y es que parece hasta normal que la gente no acabe de creerlo tras varios decenios de un edificio que formaba parte del paisaje urbano de La Manga.
Recordemos que el derribo se ha dividido en tres fases. Se ha ido desmontando pieza a pieza de arriba hacia abajo y por sectores, para evitar un colapso. En la primera se eliminó la zona más baja, la de las antiguas cocinas, hasta la junta estructural del edificio. El edificio tiene una planta grande y junto a la torre hay una junta estructural, que permitirá a la empresa limpiar el edificio y acometer la demolición con tranquilidad.
En la fase dos se ha atacado la torre norte y en la fase tres será la última con las otras dos salas. "Hemos tenido mucho cuidado para que tener todas las garantías medioambientales, incluyendo varios estudios, entre ellos biólogos de la CARM que han detectado las especies protegidas. Además, se ha instalado una barrera antiturbidez en el Mar Menor, para evitar que cualquier cascote, polvo o residuo caigan. Se tarda mucho más, pero al final merece la pena", explicaba Cristóbal García, ingeniero de Caminos y proyectista de la demolición del Lagomar y director de obra cuando se inició el derrumbe.
Los escombros que están saliendo del derribo suponen un total de 400 toneladas y 85.000 metros cúbicos. Los que sean inertes se machacarán y el resto se trasladarán a un vertedero controlado en La Unión. El solar queda completamente limpio y en homenaje al edificio quedará una grava que marque dónde se encontraba.