La economía regional se sacude la incertidumbre: más consumo, más empleo y mejoras en todos los sectores

MURCIA. La economía de la Región de Murcia ha conseguido reponerse de los golpes vividos en los últimos años. A la pandemia le siguió una crisis de suministros, que se vio agravada por una situación geopolítica inestable y ha provocado una elevada inflación a nivel mundial. Sin embargo, y pese a que estos problemas aún no se encuentran completamente solucionados, los mercados ya se han adaptado a la nueva situación, aportando estabilidad y unas perspectivas positivas para el crecimiento.

Así consta en Barómetro del Colegio de Economistas de la Región de Murcia, donde se analiza el primer semestre del 2024 y se presentan las expectativas de crecimiento para lo que resta de año. En ellas se encuentra una mejoría de la situación general, con mejoras en todos los sectores excepto el comercio minorista.

En concreto, las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones se mantienen y el turismo, el ocio y la hostelería se mantienen como las actividades más punteras de la Región, pues obtienen una puntuación de 3,72 y de 3,65, respectivamente, sobre un máximo de 5. A ellas le siguen las actividades sanitarias (3,34), la logística y el transporte (3,28), y la construcción (3,12). 

Por su parte, la situación económico-financiera actual de las empresas pasa a ser positiva por primera vez desde el 2019, pues sobrepasa la barrera de los 3 puntos, que es donde se establece la situación neutra. Además, las previsiones positivas desbancan en 4,5 puntos a las negativas.

Por otro lado, conviene destacar que el consumo de las familias también ha remontado respecto a anteriores barómetros, donde este era uno de los mayores lastres para el repunte de la economía. Así, tres de cada cuatro colegiados esperan que el consumo aumente o se mantenga estable en el próximo semestre.

"El mercado de trabajo, que es uno de los motores del crecimiento, esta colaborando mucho. Las cifras de empleo están siendo particularmente positivas, mejor que otras variables económica. Esa evolución favorable, junto con la mejora en las previsiones de crecimiento de la economía que han publicado los últimos estudios, están detrás de la mejora en las expectativas", explica José Carlos Sánchez, director del barómetro.

Inteligencia artificial

El barómetro también ha centrado sus preguntas en el campo de la inteligencia artificial, donde los encuestados apuntan a que el reducido tamaño de las empresas, el bajo nivel de digitalización y la falta de conocimiento están lastrando el desarrollo de esta herramienta en la Comunidad. 

"En la pequeña empresa tenemos menos recursos y no suele haber personal especializado en este campo. Estamos más enfocados en el día a día y conlleva un esfuerzo importante implementar la IA en los procesos. Por eso, muchas compañías tendrán que apoyarse en terceros consultores que les guíen en estas tecnologías. De todas formas, la inclusión de esta herramienta en el ámbito profesional aún está en fase temprana, aunque ya hay muchas expectativas de lo que se puede conseguir", explica Alfonso Guillamón, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Economistas.

Cabe destacar que una mayoría clara de encuestados (53,3%) considera que la inteligencia artificial "transformará significativamente la economía" en los próximos cinco años, en contraposición con el 3,7% que considera que tendrá un impacto mínimo. El resto apunta que tendrá un peso moderado.

De acuerdo con el Barómetro, las áreas de mayor potencial son  el Marketing, la automatización de procesos de producción y el análisis económico y las predicciones. 

"La inteligencia artificial generativa se esta aplicando de manera intensiva en marketing y ventas, y esperamos un avance en este ámbito. También destaca la escasa relevancia del sector de atención al cliente en la encuesta, que es donde se espera una mayor implantación de la IA", incide Guillamón.

Respecto a las ventajas de la IA, se valoran particularmente el análisis de datos y tendencias, así como en la toma de decisiones y la reducción de costes, no atribuyéndose particular relevancia a las mejoras en la gestión de recursos humanos y en los servicios de atención al cliente.