ACORDARON TENER UN DIÁLOGO FLUIDO

La dramática situación del Mar Menor obliga a Miras y Ribera a enterrar el hacha de guerra

26/08/2021 - 

MURCIA. Ha tenido que colapsar el Mar Menor para que Moncloa y el gobierno de la Región de Murcia, personificados en Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, y Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, hayan aunado fuerzas con el objetivo común de recuperar la laguna salada de la dramática situación en la que se encuentra. Cuesta entender cómo es posible que se haya llegado a esta situación después de los serios avisos que las distintas organizaciones medioambientales y ecológicas han lanzado durante este último año. Sin embargo, lejos de echarse en cara quién tenía más culpa, López Miras y Ribera escenificaron un entendimiento que en los últimos años pocas veces se ha dado entre el PP y el PSOE.

Las más de 5 toneladas de peces muertos en los últimos diez días han sido de tal impacto que tanto el gobierno central como el regional han puesto en marcha distintas medidas de cierto impacto inmediato para rebajar la tensión a la que está sometido el ecosistema. El Gobierno regional prohibirá el uso de fertilizantes nitrogenados inorgánicos en la zona 1 del Mar Menor, la más próxima a la albufera. De esta forma, pretende evitar el riesgo de contaminación por nutrientes de origen agrario provocados por las escorrentías que pudieran generarse en episodios de lluvia extrema por su cercanía a la laguna. Una medida que celebró la ministra, aunque recalcó que “llega tarde”.

En lo que ambos gobiernos han estado de acuerdo es que urge eliminar los regadíos y cultivos ilegales que siguen existiendo alrededor de la laguna salada. Algo incomprensible pero que, esta vez sí, parece que tanto Moncloa como San Esteban están dispuestos a poner solución. Sin embargo, la ministra ha rechazado el Plan de Vertido 0, porque "tal como fue concebido no es una respuesta adecuada al sistema". En este sentido, propone un cinturón verde en el entorno del conjunto del Mar Menor; un programa, ha explicado, "de filtros verdes en esa franja de 1.500 metros para poder desarrollar un espacio que haga de filtro verde que acelere ese proceso de recuperación de carga contaminante que pueda quedar". Discrepancias existen, pero no parece que vayan a ser un obstáculo para recuperar un nivel aceptable de la laguna a medio plazo, puesto que la recuperación plena llevará tiempo.

En la rueda de prensa posterior al encuentro, tanto Ribera cómo López Miras expresaron su voluntad de trabajar de forma conjunta porque, aunque con "visiones diferentes" en cuanto al orden de prioridades, comparten un mismo objetivo, que es recuperar y proteger el Mar Menor. Ribera indicó que buscar "fórmulas de entendimiento" y fijar un espacio de trabajo que implique intercambio de información entre administraciones es una de las "claves" para hacer frente a la problemática de la laguna salada. Así, ha avanzado que uno de los compromisos alcanzados por sendos ejecutivos es establecer encuentros cada seis meses para analizar y hacer un seguimiento al estado del Mar Menor, así como a otros asuntos que competen a la recuperación y protección de su entorno. Por su parte, López Miras ha instado a la ministra a actuar sobre el acuífero, donde reposan 300.000 toneladas de nitratos. "Es muy importante actuar para rebajar el nivel freático y evitar que los nitratos lleguen al Mar Menor", dijo. Por primera vez, parece que todos tienen claro el objetivo: recuperar el Mar Menor.