MURCIA. Soltec atraviesa en estos momentos uno de sus momentos más delicados desde que se fundó la compañía. No en vano, la CNMV ha suspendido su cotización en bolsa por negarse a publicar en plazo sus resultados del primer semestre y se encuentra al borde del preconcurso de acreedores por la no renovación de un préstamo con varias entidades bancarias. Sin embargo, esta no es la única deuda que arrastra la firma molinense, pues al cierre del 2023 su cuenta de resultados indicaba que tendría que realizar pagos por valor de 600 millones de euros.
De entre ellos, 314 millones corresponden a diversos acreedores comerciales, donde destacan los 254 millones que debían ser abonados a los proveedores de la empresa molinense. Esta cantidad destaca especialmente si se tiene en cuenta que un año antes, en el 2022, Soltec tan solo debía pagar 155 millones por este concepto, lo que equivale a una subida del 60%.
Esta empresa, que cuenta con 17.000 proveedores distintos, tardó en el 2023 una media de 57 días en realizar los pagos pendientes. En el lado contrario de la balanza, la compañía tenía que recaudar al cierre del 2023 144 millones que tendría que recibir de sus clientes.
Respecto al resto de la deuda, esta se encuentra concentrada principalmente en los 220 millones que debe a las entidades de crédito, pues debe abonar 96 millones de euros en el corto plazo y otros 121 millones en el medio/largo plazo, tal y como consta en su cuenta de resultados, consultada por Murcia Plaza.
Soltec anunció este jueves que se había visto en la obligación de volver a iniciar negociaciones con las entidades financieras acreedoras de su división industrial con el objetivo de cerrar un acuerdo de reestructuración que garantice el futuro de la compañía.
Esta situación se produce por la decisión de una de las entidades del sindicado de no extender la prórroga tácita prevista hasta el 30 de noviembre en relación al préstamo sindicado de 90 millones de euros de póliza de crédito revolving y la línea de crédito de avales de 110 millones de euros.
Cabe recordar que no es la primera vez que Soltec se encuentra contra las cuerdas debido a este préstamo, pues este estaba programado para vencer el pasado 31 de mayo, y fue ese mismo día cuando la compañía alcanzó un acuerdo para su prórroga hasta este 30 de septiembre.
En cualquier caso, la compañía confía en poder alcanzar con las entidades acreedoras un acuerdo que resuelva la situación actual y permita la correcta ejecución de los planes de transformación e impulso de la compañía sobre la base del nuevo plan estratégico de la misma.
Soltec acumula este pasivo en un momento de debilidad para la empresa especializada en proyectos fotovoltaicos, pues dejó de cotizar a un precio de tan solo 1,6 euros por acción, lo que supone un mínimo histórico. De hecho, los 145 millones de capitalización con los que contaba antes de su suspensión en bolsa es una cantidad inferior al préstamo que mantiene con la banca.