MURCIA. De pequeño la televisión era conocida como "la caja tonta". Supuestamente no debías verla demasiado cerca para no quedarte ciego y su contenido pudría tu cerebro. Daba igual si solo veías novelas y noches de fiesta que cincuenta especiales de National Geographic, estimular tu cerebro con información e imágenes era algo tóxico frente a las bondades de vivir desinformado y aislado. Una lástima que existan tan pocos estudios de lo que supuso para mucha gente que solo conocía su campo no solo escuchar al mundo, sino el poder verlo.
Pero estudios los hay de todos los sabores y colores, por eso llega a escena Credit Suisse para decirnos ahora que los videojuegos contaminan, que jugar de forma intensiva en un ordenador de gama alta supone una emisión similar a la de coger cuatro vuelos cortos en un año; cifra más baja si es en consola.
De los creadores de "come gusanos porque la carne contamina mucho" llegan ahora los movimientos para que apagues tu consola y reducir así tu huella de CO2. Supongo que al igual que, como antes, si tenemos que traducir estas neotendencias podemos equiparar lo de come tú gusanos para que yo pueda comer carne con: apaga tu consola para que yo juegue con la mía.
"Los estudios como tal nunca son un problema: el cáncer son las interpretaciones retorcidas que mucha gente les da"
No voy a poner en cuestión ni una sola coma del estudio, vamos a aceptarlo como totalmente cierto. Hace poco pude comprobar de primera mano cómo y cuán grande es la huella de carbono de la gente que lleva 10 años sin limpiar su correo electrónico. Parece un absurdo, pero ciertamente hace falta energía y logística para almacenar la basura digital de cualquier persona y cuando haces la cuenta para 100 millones de personas los números asustan.
Los estudios como tal nunca son un problema. Aquí el cáncer son las interpretaciones retorcidas que mucha gente les da, sobre todo la gente que censura y denuncia todas las fuentes que publican que Europa es más verde hoy que hace 100 años para que la gente no sea consciente de ese dato tan peculiar.
Cuando tiren encima de la mesa este tipo de estudios siempre es bueno tener en cartera otros estudios como por ejemplo el de la científico española Lourdes Vega del centro de I+D MATGAS. En él se pueden ver usos alucinantes del CO2 como, por ejemplo, producción de cerveza, aspirinas, combustible, cultivar algas o conservación de la leche. Así como realizar una profunda reflexión sobre donde es mejor invertir nuestros esfuerzos, si en ciencia o en polémicas innecesarias.
La historia tiende a repetirse. El petróleo más conocido por muchos como "el excremento del diablo" no produjo interés como forma de energía durante siglos. Hasta principios del siglo XIX todavía era una cura para la sordera, dolor de muelas, hidropesía o contra las lombrices. El coronel William Drake en 1859 cambió la historia del mundo buscando soluciones en vez de nuevas prohibiciones.
¿Estamos tirando oro al aire gratis y sin control como cuando al limpiar pescado se tiraban las huevas a la basura? Por la costa murciana el arroz de caldero era la comida de los pobres, hecho con todo el pescado que nadie quería comer hervido y ahora miedito dan los precios de muchos restaurantes.
Los análisis simplistas son así: el sol es malo porque quema, la energía nuclear es malísima porque es radioactiva y si algo tiene moho tíralo, ni te molestes en analizarlo.
El impacto sobre nuestras vidas y nuestra sociedad será dramático. Sin duda se trata del mayor desafío que en estos momentos encara la humanidad