CARTAGENA. En pleno corazón de Cartagena, en la Plaza de San Francisco, se encuentra la Casa Maestre, un edificio modernista que ha resistido el paso del tiempo como un testimonio de la riqueza cultural y arquitectónica de la ciudad. Fue propiedad de D. José Maestre Pérez, miembro tanto del Partido Liberal como del Conservador. A lo largo de su trayectoria, ocupó diversos cargos relevantes, como alcalde de La Unión, presidente de la Junta de Obras del Puerto de Cartagena y de la Diputación Provincial de Murcia. Además, fue senador, diputado y líder del Partido Conservador en Cartagena, consolidándose como una figura clave en la vida política de la Región de Murcia durante el primer tercio del siglo XX. La obra fue encargada como residencia habitual en 1906 al arquitecto D. Marceliano Coquillat Llofriú. Inspirada en la Casa Calvet de Gaudi, fue dirigida por el arquitecto D. Victor Beltrí y Roqueta.
El 10 de octubre de 2024, el Consejo de Gobierno de la Región de Murcia, a propuesta de la Consejería de Cultura le otorgó por decreto la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento, con todo lo que ello conlleva en materia de protección. Esta joya destaca tanto por su imponente fachada como por su interior ornamentado, con escaleras monumentales, techos decorados y elementos escultóricos de gran valor artístico. Su transformación en el Museo de Historia de Cartagena no solo pondría en valor este edificio emblemático, sino que también dinamizaría una zona del casco antiguo con enorme potencial.
La propuesta parte de la premisa de que un museo de estas características reforzaría la oferta cultural y turística del centro histórico. La Casa Maestre, con su ubicación privilegiada, se integra perfectamente en un recorrido que ya incluye el Foro Romano, el Museo Foro Romano Molinete, la Casa de la Fortuna y otros restos arqueológicos. Un paseo por estas calles lleva a la Plaza de San Francisco, donde el museo podría convertirse en el broche de oro para los visitantes. Además, su tamaño compacto, ideal para visitas de una o dos horas como máximo, lo hace atractivo tanto para familias como para turistas que buscan experiencias culturales accesibles y bien organizadas.
"Su transformación en el Museo de Historia de Cartagena no solo pondría en valor este edificio emblemático, sino que también dinamizaría una zona del casco antiguo con enorme potencial"
El impacto de este proyecto va más allá del ámbito cultural. La puesta en marcha del Museo de Historia de Cartagena en la Casa Maestre generaría un importante efecto multiplicador en la economía local. Desde la creación de empleo directo para personal del museo, guías turísticos y servicios de mantenimiento, hasta la dinamización de negocios en la zona, como restaurantes, cafeterías y tiendas de recuerdos. La Plaza de San Francisco, que ya muestra signos de revitalización, se consolidaría como un epicentro cultural y gastronómico, atrayendo tanto a turistas como a residentes. Por otra parte, el desarrollo de infraestructuras complementarias, como un centro de visitantes, puntos de información turística y rutas guiadas, contribuiría a integrar aún más el museo en la oferta turística de la ciudad. El proyecto también podría tener un fuerte componente social. La rehabilitación de la Casa Maestre y su entorno inmediato contribuiría a regenerar una zona que, pese a su ubicación estratégica, presenta signos de abandono en calles como la Serreta, el Adarve, Caballero, San Vicente, San Antonio el Pobre y de la Caridad. Actualmente con niveles de actividad económica y social de muy baja intensidad y graves síntomas de deterioro.
Para hacerlo realidad, es fundamental una colaboración público-privada que permita no solo preservar el inmueble, sino garantizar su sostenibilidad económica y funcional. En este sentido, la propuesta de creación de la Fundación Casa Maestre aparece como una solución estratégica. Este modelo permitiría coordinar los esfuerzos del Ayuntamiento de Cartagena, el Grupo Unión (actual propietario del inmueble) y otras entidades públicas y privadas para gestionar el uso del edificio de manera compartida. La fundación, como entidad sin ánimo de lucro, podría articular un plan de gestión que contemple la rehabilitación del edificio mediante financiación mixta. Por un lado, el Ayuntamiento y otras instituciones públicas podrían aportar fondos para la recuperación patrimonial, aprovechando programas europeos como los Fondos Next Generation, además de subvenciones específicas del Ministerio de Cultura. Por otro lado, el Grupo Unión y otras empresas podrían implicarse en el proyecto a través de incentivos fiscales, aportaciones económicas o mediante la gestión de espacios complementarios.
La Fundación Casa Maestre podría estructurarse bajo las siguientes tres premisas: cesión parcial del uso del edificio, espacios de uso mixto y financiación compartida. El modelo de uso compartido también garantizaría que los intereses de los propietarios del inmueble se vean atendidos. Una parte del edificio podría destinarse a actividades empresariales o eventos privados organizados por el Grupo Unión, como alquiler de oficinas o exposiciones temporales, mientras que el resto se utilizaría exclusivamente como museo. Esta fórmula no solo asegura un retorno económico razonable para los propietarios, sino que también contribuye a la sostenibilidad del proyecto, diversificando sus fuentes de ingresos. Además, la fundación tendría la capacidad de diseñar un plan de actividades que no solo incluiría las exposiciones permanentes y temporales del museo, sino también eventos culturales, rutas históricas guiadas por el centro de Cartagena y programas educativos dirigidos a escuelas. Estas iniciativas reforzarían el atractivo del museo como punto de referencia cultural, ampliando su impacto en la comunidad local y consolidando su relevancia en la oferta turística de la ciudad.
"Para hacerlo realidad, es fundamental una colaboración público-privada que permita no solo preservar el inmueble, sino garantizar su sostenibilidad económica y funcional"
La experiencia en otras ciudades españolas, como Barcelona, Madrid o Bilbao, por poner algunos ejemplos, demuestra que la conversión de edificios históricos en museos de historia de la ciudad, puede ser una estrategia altamente efectiva para preservar el patrimonio y generar beneficios económicos sostenibles. La Casa Maestre no solo aportaría un nuevo atractivo al centro histórico, sino que también reforzaría la identidad de Cartagena como una ciudad que sabe equilibrar su rico pasado con una visión de futuro. Con su apertura, se ofrecería a los visitantes la oportunidad de descubrir no solo la historia de la ciudad, sino también una de sus joyas arquitectónicas más destacadas.
En resumen, transformar la Casa Maestre en el Museo de Historia de Cartagena es un proyecto que combina preservación cultural, dinamización económica y regeneración urbana. Su éxito sería un testimonio del potencial de Cartagena para seguir creciendo como un destino turístico y cultural de referencia, al tiempo que fortalece su conexión con sus raíces históricas. La Casa Maestre tiene todo lo necesario para convertirse en un símbolo de orgullo para la ciudad, atrayendo a miles de visitantes y revitalizando una parte fundamental de su centro histórico.
Cándido Román Cervantes
Director, Cátedra Cajasiete de Economía Social y Cooperativa
Facultad de Economía, Empresa y Turismo. Universidad de La Laguna
