MURCIA. "Trabajamos con sueños", explica Gemma González, quien junto con José Manuel Muñoz, fundó en 2008 el estudio de arquitectura Srta. Rottenmeier, con sede en Murcia. El sueño de una joven pareja de la Región de Murcia es el que les ha llevado, en este caso, a proyectar para ellos una espectacular casa en el aire, cuya construcción comenzará en pocos meses en una parcela escarpada de 17 metros de desnivel con vistas a la Playa de Bolnuevo, en Mazarrón, y al monte donde se ubica. De tal forma, que habrá partes de la vivienda que queden 'flotando' en este paisaje privilegiado, como si desafiasen las leyes de la gravedad -aunque se trata de una estructura menos compleja de lo que parece, aclaran los arquitectos-.
"Los propietarios están como locos con el proyecto", asegura la arquitecta, quien aclara que para construirse una vivienda de ensueño como ésta "no hace falta ser millonario" -la pareja que vivirá en esta mágica casa de Bolnuevo no lo es, apunta-, ya que depende mucho del precio del metro cuadrado del terreno. "Una casa en algunas urbanizaciones o zonas de Murcia, por ejemplo, saldría más caro", señala. También destaca que el estudio tiene en cuenta, en primer lugar, qué inversión baraja el cliente, con el fin de realizar un proyecto que se ajuste a su casa ideal sin excederse del presupuesto.
Cuentan que a ellos acuden clientes que valoran el diseño y se entusiasman con propuestas arriesgadas como esta."Nosotros los escuchamos e intentamos sosprenderlos dentro de lo que nos han pedido", cuenta Gemma González, quien explica que en la casa de Bolnuevo las condiciones del terreno han dado pie a "una distribución arriesgada y sorprendente, con el garaje en el nivel más alto, estancias de día en la planta intermedia y dormitorios en la zona más baja, la más privada y cercana a la naturaleza". La piscina también quedaría en parte suspendida en el aire.
El resultado es, según palabras de esta arquitecta, "una vivienda muy expresiva y muy moderna, aunque sin perder la esencia mediterránea, gracias al blanco predominante, al azul de la piscina y a la luminosidad que le confiere la fachada acristalada". A ello contribuye también los materiales elegidos. "Nos sentimos cómodos con la utilización de materiales nobles: madera, cerámica, estuco, hormigón, piedra, vidrio... muy utilizados en la arquitectura mediterránea y que conjugan estratégicamente con la luz natural para crear espacios acogedores y llenos de vida", explica. Es más, la intención es que la construcción se fusione con el paisaje en esta parcela urbana situada en el monte y con unas vistas privilegiadas.
"No trabajamos según las modas", añade Gemma González, quien asegura que pretenden que sus proyectos sean igual de actuales ahora que dentro de una década. "Nos gusta imaginar que nuestros proyectos pueden atravesar el tiempo, transformando la solución adoptada en una arquitectura atemporal", apunta.
También dice que buscan la comodidad y asegura que en esta casa sus propietarios la encontrarán, ya que "no es inmesa, se trata de unos doscientos metros cuadrados distribuidos en las diferentes alturas, con un ascensor interior". Además, se han buscado materiales que sean resistente al clima corrosivo de esta zona costera, reduciendo así el mantenimiento de la vivienda.
La casa en el aire de Bolnuevo está pensada, apunta la arquitecta, para el disfrute de sus propietarios e invitados, contando con unas escaleras externas para acceder a la piscina desde el garaje y con un pequeño aseo exterior. Asegura, además, que se han cuidado todos los detalles -hasta los más pequeños- en esta casa que contará con cuatro dormitorios, porque para estos profesionales "es imposible separar la arquitectura del diseño interior".
"Buscamos la excelencia en el diseño basada en la integración de creatividad, técnica, y el cuidado de los pequeños detalles", afirman.