MURCIA. Adrián Viudes Guirao nació en Murcia el 21 de diciembre de 1880, hijo de Adrián Viudes Girón, marqués de Rio-Florido, y Delfina Guirao, hermana del político y fotógrafo Luis Federico Guirao. Pasó parte de su infancia en Almoradí, en la finca familiar, estudiando Filosofía y Letras en Murcia, pero se dedicó fundamentalmente a los negocios empresariales, tanto en Murcia como en Almoradí.
En 1907 casaría con Amparo Romero Elorriaga. Poseyó la fábrica de abonos llamada 'Sadrián', industria eléctrica y distribución de coches Ford. Y una vez finalizada la guerra, la empresa familiar creó la marca murciana de motocicletas, 'Sadrián'.
También continuarían con la explotación agrícola de sus fincas en Almoradí y la murciana 'Villa-Azahar', que ocupaba la parte suroeste de Torreagüera (Montegrande), la parte sureste de Beniaján, lo que hoy en día es la urbanización 'Monte-Azahar' y zona de la estación de tren, existiendo todavía el almacén de abonos que utilizó en el primer tercio del siglo XX su empresa.
Una de las grandes pérdidas para el patrimonio arquitectónico del municipio de Murcia y sobre todo para Beniaján, fue la desaparición del palacete 'Villa-Azahar', demolido. Ubicado junto a la estación ferroviaria, lo que es hoy el inicio de la calle Adrián Viudes, en su lugar se han construido nuevas edificaciones.
Este edificio de estilo modernista, fue erigido a finales del siglo XIX o principios del XX, pudiéndolo atribuir al arquitecto Pedro Cerdán. Volviendo a su faceta empresarial, la fabricación de motocicletas, fue todo un hito, puesto sería la primera marca murciana de motos, promocionándola gente famosa de la época, como podemos observar en anuncios de mediados del siglo XX.
Una de las facetas poco conocidas de Adrián, era su participación activa en los eventos sociales y culturales de la ciudad, así como demás miembros de la familia. Noticias en prensa y en concreto a partir de 1923 y hasta 1930, muestran la participación activa de don Adrián y familia en la Batalla de las flores, y en el poco conocido desfile del Coso Blanco, consistiendo este en adornar coches o carrozas, y lanzar desde los vehículos confeti y serpentinas a gogo durante una hora y media; trasladándose después y vestidos de blanco al baile, quien lo deseara. Tanto en la Batalla de las Flores, como en el desfile del Coso Blanco, se premiaban las mejores decoraciones.
Formó parte de las comisiones de organización de las Fiestas de Primavera de la capital, como hace referencia un rotativo de 1.930, cuando D. Adrián, tomó la palabra en una reunión, recriminando la falta de entusiasmo para poder realizarlas.
Viudes participaría también en congresos de agricultura y sería miembro en 1925 del comité organizador de la representación murciana, en la exposición ibero-americana de Sevilla, junto con Jara Carrillo, Isidoro de la Cierva… Fue propuesto para la alcaldía de la ciudad, pero no llegó a ocupar el cargo y sí el de presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura en 1935. En 1936 estallaría la Guerra Civil, siendo detenido y condenado a cadena perpetua por un tribunal popular. Peor suerte corrió, por ejemplo, el doctor Ángel Romero Elorriaga, ejecutado, mutilado y exhibido en la actual Plaza de la Fuensanta. En prisión, Viudes organizó entre los presos la producción de cinturones y cestos que se vendieron a los soldados del frente.
En 1944 fue nombrado presidente de la Cámara de Comercio de Murcia y en 1961 recibiría la medalla de oro de esta. A través de sus empresas, abrió el hotel Los Arcos en Santiago de la Ribera y continuó la explotación agrícola de la finca Villa-Azahar. Otro aspecto casi desconocido fue el informe policial sobre un posible atentado contra Adrián en 1.964. Este también contribuiría en 1972 al encauzamiento de la acequia de Beniajan en sus últimos tramos, como reza una placa situada junto a esta, en Torreagüera.
Adrián Viudes murió el 11 de julio de 1973. Su vivienda en la capital, situada en el barrio del Carmen, en concreto en El Rollo, fue demolida a principios de la década de los años 80 del pasado siglo XX.
Viudes un hombre implicado con su tierra, intentando dar prosperidad a la misma con la creación de empresas y, como no, con su participación en actos culturales y organización de eventos festivos, que son emblema turístico nacional e internacional de la ciudad de Murcia en el siglo XXI.
Actualmente, le han rendido homenaje con calles que llevan su nombre, C/ D. Adrián en Torreagüera y C/ Adrián Viudes en Beniajan.
*Raúl Jiménez y Lorca es cronista de Torreagüera