MURCIA. La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha conseguido incoar por silencio positivo el centenario Puente Nuevo o de Hierro de Murcia, como Bien de Interés Cultural BIC con la categoría de monumento. Esta opción, señalan desde Huermur, es una de las vías previstas en la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia para la efectiva protección del legado cultural del territorio.
La protección que ahora se ha incoado llega de la solicitud presentada por Huermur en noviembre de 2020 ante la Consejería de Cultura, a la que se acompañó abundante documentación histórica y técnica que sustenta la necesidad de protección de este viaducto murciano, cuyas obras de construcción finalizaron en 1903 y que en la actualidad colocan a este puente como el segundo más antiguo de la ciudad de Murcia después del Puente Viejo o de los Peligros. La entidad conservacionista confía que el expediente de protección cultural que se ha incoado en la Consejería y cuya tramitación se ha iniciado concluya para el 120 aniversario de la terminación de las obras del puente, y que se celebrará el próximo año 2023.
En el mismo sentido, Huermur espera que "el Ayuntamiento de Murcia desista de esperpénticos y desfasados proyectos heredados del gobierno anterior como la colocación de toboganes en el propio cauce del río Segura o el derribo de su muro de protección para instalar un chiringuito, que no aportan nada bueno a este espacio ambiental y patrimonial de la ciudad". En este sentido, el entorno de protección aparejado al viaducto centenario conlleva la protección cultural de 700 metros lineales del cauce del río y sus márgenes, desde la Pasarela Miguel Caballero hasta el Puente del Hospital Reina Sofía, garantizando así la adecuada conservación y protección de las perspectivas y visuales del Puente de Hierro.
Así se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que: “Ha llegado el momento de que se empiece a planificar una ciudad y un municipio respetuoso con el patrimonio cultural que tenemos, dejando de lado los proyectos megalómanos absurdos y agresivos, que lo único que hacen es degradar y vulgarizar entornos monumentales e históricos”.
Este puente, señalan desde Huermur, constituye un hito urbano para la capital murciana, imagen del paso del río, conexión moderna entre la Ciudad y el Barrio del Carmen, ejemplo vivo del crecimiento de la ciudad y su desarrollo urbanístico en los siglos XIX y XX, elemento singular de la ingeniería, por su tipología y sistema constructivo, así como testigo murciano de un estilo de construcción metálica que se extendió por todo el mundo.
Puente construido por el ingeniero Carlos Orduño desde 1893 a 1901, respondiendo a la necesidad de dotar a Murcia de dos pasos o cruces del río, cuando la ciudad, en su crecimiento, así lo demandó. Dicho ingeniero concibió en nuevo puente de hierro dentro del movimiento arquitectónico llamado modernismo, como una sucesión del eclecticismo, paralelos al "Art Nouveau", el "Modern Styl", el "Jugensty" y el "Floreal". Su fuente de inspiración fue la nueva arquitectura en la que el hierro lo protagoniza todo, al estilo de la famosa Torre "Eiffel", alzada en el Campo de Marte de París, a finales del siglo XIX. Las obras del puente se iniciaron el 27 de abril de 1893, finalizándose el 21 de octubre de 1901, para abrirse al tráfico, el día 23 de enero de 1902.
Con este puente se puso punto final al cruce del río por medio de barcas que se situaban en el tramo final de una calle que recibía el nombre de calle de las Barcas, hoy llamada de Joaquín Costa, el ilustre sociólogo aragonés. Un Puente bajo el cual, quedaría parte del Soto, en que se celebraba el Mercado semanal de ganados y la otra parte de la orilla del Río, en la que se construyó el Parque de Ruiz Hidalgo.
El puente de Hierro tiene un peso total de quinientas cincuenta toneladas, una longitud inicial del tablero de ciento cincuenta y dos metros que hoy se reducen hasta los cincuenta y cuatro al estar los dos extremos del puente enterrados bajo las plazas cercanas, una anchura del tablero de doce metros, una altura del arco de siete metros y una luz de cuarenta y dos. El material empleado es el hierro laminado, hierro fundido y la piedra. Huermur señala la importancia de este puente al tratarse del único ejemplo de arquitectura de hierro con estructura roblonada -sin soldaduras- que hay en Murcia.
Tras tener conocimiento de la certificación emitida por la Consejería de Cultura donde se señala que se tiene por incoada la tramitación de la protección BIC del Puente Nuevo o de Hierro de Murcia Huermur ha dirigido una carta al alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, solicitando que la entidad local se posicione a favor de la protección del viaducto centenario, apoyando la solicitud realizada por Huermur, e instando a la Consejería de Cultura la adecuada tramitación del expediente incoado por silencio, y la consiguiente declaración definitiva del puente y su entorno como Bien de Interés Cultural BIC.