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economía circular

Hacer negocio con lo que nadie quiere

4/11/2019 - 

MURCIA. De lo que nadie quiere, algunos hacen negocio. Sólo hace falta ingenio y una pizca de idealismo. Es el caso de ‘Agrosingularity’, la empresa murciana que aprovecha desechos de los productos agrícolas y los transforma en materias primas destinadas a la industria alimentaria, farmacéutica, incluso cosmética. Porque la industria alimentaria, como explica Juanfra Abad, gerente de este recién creado negocio, no tiene piedad con esas frutas y verduras que no tienen un aspecto impecable aunque sus propiedades estén intactas.

“El 39% de los alimentos producidos son desperdiciados”, subraya. “Nacemos con una vocación de ofrecer una comercialización sostenible. La economía circular no es una moda. Ha venido para quedarse. Es una forma real y posible de transformar nuestra economía”.

Es lo que se han propuesto en ‘Agrosingularity’, la empresa que Abad puso en marcha en agosto junto a otros tres socios, Ander Iñarrairaegui, Luis Rubio y Daniel Andreu, y un inversor, Javier Morales. “Producimos ingredientes en polvo y para la materia prima utilizamos lo que nadie quiere”, explica. Por ejemplo, los tomates feos que desecha la industria, las hojas de alcachofa o de lechuga que se quitan para dejar los cogollos pequeños y bonitos, el tallo del brócoli que se corta pero tiene muchas propiedades... “Con todo eso producimos ingredientes en polvo y son productos vegetales que llevan muchos principios activos”.

Esos polvos súper concentrados y cargados de activos se utilizan en todo tipo de productos. Cremas, salsas, pastas de colores, antioxidantes naturales para enriquecer cualquier alimento. Las aplicaciones son múltiples.

El proceso de elaboración de estos superingredientes es sencillo. Compran los productos frescos, los dejan secar y después se realiza un proceso de molido que hace que el producto quede muy concentrado conservando todas sus propiedades.

Lo que estaba destinado al vertedero, vuelve a tener una vida útil y a entrar en la cadena productiva dando lugar a una economía circular que es el germen de este proyecto. Es, además, “una oportunidad de conectar dos realidades, la de no desperdiciar comida en buen estado cuando hace falta alimentar a más gente y dar una finalidad los desechos de la industria”, dice Abad.

A pesar de su corta trayectoria, ya tienen 10 productos y una docena de clientes. Entre ellos, se encuentran multinacionales como la que hace las salsas a nivel mundial para McDonald o Unilever, que fabrica para Hellmann’s o Frigo. Entre los productos más conocidos que contienen sus ingredientes en polvo se encuentra el helado Solero, “que lleva muchos ingredientes de frutas naturales”.

Como guinda, han sido galardonados con el premio “Emprendedor del mes” que otorga el Instituto de Fomento a las iniciativas más innovadoras de la Región. “Este premio es un reconocimiento importante para nosotros. Nos va a aportar visibilidad y nos da confianza. Se puede operar desde cualquier parte del mundo con este modelo de desarrollo sostenible”.

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