EL LP QUE RESUCITÓ EL PUNK ROCK EN EEUU ABRIÓ EN 1994 EL CAMINO A LA NUEVA ESCENA

Green Day celebra los 30 años de 'Dookie', el disco que le cambió el nombre al punk

5/09/2023 - 

MURCIA. Cada vez que llega el mes de septiembre Green Day es noticia porque su líder, Billie Joe Armstrong, se convierte en un meme que inunda las redes mientras la gente pide que la despierten cuando termine el mes, en alusión a 'Wake me up when september ends', de su disco 'American Idiot' (2004). Sí, el que predijo a Trump, como los Simpson. Este septiembre, sin embargo, la banda de Berkeley ha saltado a los medios porque acaba de anunciar una reedición de 'Dookie', el disco que los catapultó al estrellato, con material inédito para celebrar su trigésimo aniversario.

Billie Joe Armstrong, su amigo de la infancia Mike Dirnt y el batería provisional para siempre Tré Cool han sido catalogados en dos ocasiones por la crítica como la mejor banda de rock del momento: la primera fue con 'Dookie' y la segunda, casualmente, con 'American Idiot'. Claro que en treinta y cinco años de trayectoria (la banda se fundó con otra formación y otro nombre, Sweet Children, en 1987) da tiempo a editar auténticos truños ('Dookie' significa literalmente 'caca', aunque no es el caso), pero el disco que los californianos publicaron en febrero de 1994, el tercero de estudio, los introduciría para siempre en la historia del rock.

1994, el año en que Kurt Cobain se voló la cabeza mientras aún triunfaba su 'MTV Unplugged', fue clave para que el rock underground, entre el que se encontraba la escena punk de los Estados Unidos, muy influida por los Ramones o The Clash, se convirtiese en mainstream, siguiendo el mismo camino que dos años antes había trazado el grunge gracias a Nirvana y la MTV. Paradójicamente, 'Dookie' hizo que el grupo que había nacido como punk se convirtiese en otra cosa (además de unos 'vendidos', a juicio de sus primeros seguidores, que los expulsaron para siempre del club 924 Gilman Street con la pintada "Muerte a Green Day" en su pared). Demasiado pop para seguir siendo punk, hubo que buscar otro nombre: de power pop a bubblegum punk. Todo menos poner en la misma estantería a los chicos de Berkeley y a los Sex Pistols.

Sea como fuere, tres décadas después Green Day se ha ganado el respeto incluso de aquellos que en los noventa consideraban que no puedes ser punk en una multinacional, y que curiosamente son los mismos que defienden que sí puedes ser de extrema izquierda viviendo en una mansión. Pero en aquel entonces, como ha recordado Armstrong en infinidad de entrevistas, tuvieron que cerrar los ojos y seguir hacia adelante asumiendo que no volverían a ser un grupo punk. Por suerte, esto es algo que nunca les ha importado demasiado, y 'Dookie' no solo los situó, con el tiempo, entre las mejores bandas de rock de la historia, sino que abrió el camino a otros grupos que de repente también se volvieron mainstream (hoy habría que pedirle a Lobatón que los buscase, eso sí), entre los que destaca The Offspring

No solo la influencia de la MTV, que en España se tradujo en que los singles de Green Day sonaban en Los 40 (sí, niños, hubo una época en la que la radio de Tony Aguilar emitía canciones rock) y sus vídeos en su versión televisiva de Canal+, fue decisiva ese año. Green Day, ninguno de cuyos miembros tenía más de 22 años en ese momento, logró juntar en 'Dookie', en apenas treinta minutos, catorce cañonazos de riffs endiablados y estribillos pegadizos que desbordan talento y rozan la perfección. 

Es un LP al que no le sobra ni la 'broma' en forma de pista oculta al final del decimocuarto corte. Sus letras conectaban con las inquietudes de su generación, (es decir, adolescentes y postadolescentes de los noventa, lo que viene a ser los primeros millennials) a veces tan mundanas como estar aburrido, pero también los ataques de ansiedad, la identidad sexual, el feminismo, el consumo de drogas, la masturbación, el abandono paterno... y, claro, el amor y el desamor.

A 'Dookie' no le sobra ninguna canción, pero si hubiera que elegir solo tres para llevarnos a una isla desierta, no hay más remedio que darle el dorsal número 1 a 'Basket Case', el temazo entre los temazos, que se acerca a la problemática de la salud mental y las dudas sobre la identidad sexual en la adolescencia. 

Con el dorsal 2 tendríamos a 'When I come around', la más popera del disco, que habla de la separación (Billie Joe la escribió tras una discusión con su esposa de las que terminan con un "necesito tiempo"), y el '3' va para 'Welcome to paradise', que es una canción sobre la etapa del grupo viviendo en plan squatter junto a otras personas en una nave abandonada, que venía de sus anteriores trabajos pre multinacional y que fue regrabada para la ocasión. Y bueno, aunque las hemos dejado fuera, convocamos de reservas a 'She', 'Longview', y mi 'no hit' preferido: 'Sassafras Roots'.

El año que lanzaron 'Dookie', los californianos pasaron por Barcelona, parte de cuyo concierto, al parecer, estará incluido entre el material adicional de la reedición, y también por Woodstock 94, el festival que conmemoraba el cuarto de siglo del original. En Youtube se puede ver aún un fragmento de lo que significó aquella intervención, cuando el disco comenzaba a sonar en las emisoras: la banda tirándose barro (y otros objetos) con el público, Mike Dirnt con dos dientes rotos por la policía al final... No, no eran punks. 

Para la historia queda, como se ha dicho, el impacto de 'Dookie' en la escena del rock comercial, convertido en trampolín para numerosas bandas coetáneas o influidas por Green Day, que de repente se encontraron con una oportunidad de oro en un nuevo renacimiento del punk 'made in USA'. El álbum, de hecho, está incluido en algunas de las listas de los mejores discos de la historia, como la de Rolling Stone, el Rock and Roll Hall of Fame o la británica Kerrang!

Noticias relacionadas

SILLÓN OREJERO

En busca de los punks de Tito

Por  - 

El primer concierto punk en España fue en diciembre del 77 en Barcelona, dos meses después del primero en Yugoslavia. La Federación de Tito mantuvo escenas de punk, nueva ola y afterpunk, lo que aquí se llamó Movida, de forma prácticamente coetánea a Occidente. Hubo factores clave, que los japoneses fabricaran sintetizadores asequibles para bolsillos modestos y que los padres yugoslavos de clase media volvieran de sus viajes cargados de discos para sus hijos