Gira, il mondo gira

MURCIA. Seguro que muchos de los lectores que hayan estrenado -hace más o menos tiempo- los 50, al leer el título han tatareado interiormente la melodía de esa canción titulada Il Mondo, que fue interpretada por primera vez en 1965 por Jimmy Fontana, en el Festival de Verano Italiano 'Un disco per l'estate'. Una canción interpretada y versionada después por muchos artistas y en distintos idiomas, entre otros en español por Sergio Dalma en 2010.

La recordaba hace unos domingos, durante una ruta senderista 'mañanera' por algún lugar de la provincia.

En un punto del camino, vimos unas aves de colores muy llamativos. Parecían tropicales. Las había amarillas y verdes, azules con tonos rojizos y otras plumas o penachos en tonos pardos, etc. Llamaban tanto la atención que nos acercamos a observarlas y resulta que eran… ¡palomas!

Junto al camino había efectivamente un cercado con varios palomares, y un señor y su hijo las estaban cuidando. Les pedimos si nos dejaban entrar a hacerles unas fotos a las palomas y amablemente no sólo nos dejaron pasar, sino que nos contaron de su afición a la colombicultura (el padre desde hacía casi setenta años), y en qué consisten los concursos tan populares en algunos pueblos de nuestra región y en muchas otras partes de España.

En síntesis, se trata de soltar hasta 100 palomos, y una paloma que se identifica con una pluma blanca en la cola. Gana el concurso aquel palomo que consigue estar más tiempo con la hembra.

El caso es que aquel domingo estábamos en mitad de esos días en los que tanto la televisión como la prensa y todas las cabeceras de Internet informaban constantemente del goteo de revisiones de condena y excarcelaciones de delincuentes sexuales, y que aún siguen…, como consecuencia de la aplicación de la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual (la conocida como ley del "sí es sí"). Se acababa de aprobar también la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.

Y esto sólo por mencionar dos de las leyes de esa -me van a permitir el juego de palabras- "vomitona legislativa de legislación vomitiva" en la que ha entrado este Gobierno en los estertores de una legislatura que pasará a la historia como la más generadora de odio y desunión en nuestro país.

¿Y qué me hacía relacionar una preciosa canción de amor con un Gobierno que parece empeñado en generar desunión, y con una actividad como la cría de palomos?

Pues lo pensaba porque como he defendido otras veces, se pueden cambiar las leyes, pero eso no cambia la realidad por mucho que se empeñe quien se empeñe. Por poner algunos ejemplos:

• Ni los hombres y las mujeres somos iguales porque lo diga una ley. Somos iguales en dignidad y derechos eso sí, pero nada más.
• Ni soy de un género porque así lo "sienta". Y esto por dos motivos: porque el sentimiento es real pero no crea una realidad, y porque el "género", como ya expliqué en otro artículo, no existe en el hombre (o como se diría de forma políticamente correcta en el hombre y en la mujer).
• Ni es racional "igualar" los derechos del hombre con los supuestos "derechos" de los animales.

Hoy me encuentro a muchas personas preocupadas con el "día después" del actual Gobierno. Efectivamente España va a quedar -ya está- hecha un erial. Y no sólo económico, que también (de eso hablaré en el próximo artículo). Sobre todo, un erial “social”.

Los partidos políticos que podrían dar un vuelco en el gobierno quizá tampoco invitan al optimismo. Pero, en mi opinión, sí hay un motivo para ser optimista, y mucho: las personas. Esa multitud de gente NORMAL que no está al "sí es sí" o a poner a los animales por delante de las personas, sino a sacar su trabajo con esfuerzo diario y a disfrutar de sus aficiones.

Por eso durante aquella ruta senderista pensaba en la canción italiana que mencionaba al principio, y que, en una de sus estrofas, traducida al español, dice:

No, esta noche, amor,

No he pensado más en ti.

He abierto los ojos

Para mirar a mi alrededor,

Y a mi alrededor

Giraba el mundo como siempre.

Si a lo largo de nuestra historia hemos sido capaces de superar invasiones ¡de siglos! de pueblos con una importante cultura pero que no era la nuestra, o mucho más recientemente de hacer una transición a la democracia que es ejemplo en el mundo entero. ¿No vamos a superar rápidamente una subcultura creada por cuatro ignorantes odiadores?

Javier Giner Almendral 

Economista

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